La Exposición Gradual como Técnica Principal en Fobias Específicas

La terapia de exposición gradual es el tratamiento de elección y la técnica más efectiva para superar las fobias específicas.

Se basa en el principio de confrontar de manera sistemática y progresiva el objeto o la situación temida, en un entorno seguro, hasta que la respuesta de ansiedad disminuya y se produzca un nuevo aprendizaje.

Fundamento. Romper el Ciclo de Evitación

Las fobias específicas se mantienen porque la persona evita activamente el estímulo fóbico.

Esta evitación, si bien reduce la ansiedad a corto plazo, impide que la persona compruebe que sus miedos son desproporcionados o que la situación no es tan peligrosa como anticipa.

La exposición gradual busca romper este ciclo, permitiendo el afrontamiento directo.

El objetivo es que, a través de la exposición repetida y prolongada, la persona se habitúe al estímulo temido y la respuesta de miedo se extinga.

Se aprende que se puede estar en presencia del objeto o situación fóbica sin que ocurran las consecuencias catastróficas temidas.

Aproximaciones Sucesivas y Jerarquía

La exposición se realiza mediante "aproximaciones sucesivas", siguiendo una jerarquía de situaciones temidas previamente elaborada.

Esta jerarquía ordena los estímulos fóbicos desde los que generan menos ansiedad hasta los que provocan un miedo muy intenso.

Se comienza por los ítems más bajos de la jerarquía, aquellos que la persona siente que puede afrontar con un nivel de ansiedad manejable.

Solo cuando la ansiedad en ese nivel ha disminuido significativamente a través de la habituación, se avanza al siguiente paso más desafiante.

Esta progresión gradual es crucial para evitar una experiencia abrumadora y para fomentar la confianza en la propia capacidad de afrontamiento.