Manejo de las propias emociones para mantener la calma
Mantener la calma en una situación de tensión es una habilidad que se puede desarrollar y perfeccionar.
El manejo de las propias emociones comienza con la conciencia emocional, es decir, la capacidad de identificar y comprender cómo te sientes en un momento dado.
Estar consciente de tus emociones es el primer paso para poder gestionarlas de manera efectiva.
Para mantener la calma, es útil tener un conjunto de técnicas prácticas a tu disposición.
Antes de entrar en una confrontación, tómate un momento para hacer un chequeo personal: ¿estás nervioso, enojado o aprensivo?.
Si estás en un estado emocional negativo, tómate un tiempo para calmarte antes de abordar la situación.
Puedes hacer esto con técnicas como la respiración profunda, tomar un descanso o dar un paseo rápido.
La clave es ganar un poco de distancia emocional antes de continuar.
Una vez que la confrontación ha comenzado, si sientes que tus emociones se están desbordando, puedes utilizar la respiración profunda para mantener la compostura.
Esta técnica te ayuda a recuperar el control de tus pensamientos y a mantenerte enfocado en el resultado que deseas lograr.
Además, es crucial evitar que las emociones de la otra persona te afecten.
Aunque es importante ser empático y entender su perspectiva, no debes permitir que sus sentimientos de frustración o enojo se apoderen de ti.
La empatía es una elección, y puedes desengancharte emocionalmente rompiendo el contacto visual o evitando imitar su lenguaje corporal.
Al mantener la calma y el enfoque, puedes evitar ser reactivo y guiar la conversación hacia una resolución productiva.
Resumen
Mantener la calma en una situación de tensión es una h
manejo de las propias emociones para mantener la calma