Protocolos de Retorno al Trabajo (Return to Work - RTW)

Planificación del Reingreso Gradual

Cuando una víctima ha estado de baja médica prolongada por acoso, el regreso no puede ser abrupto.

"Lanzar" al empleado de vuelta a sus funciones completas el primer día es una receta para la recaída.

Las mejores prácticas dictan un retorno gradual, tanto en horario como en carga de responsabilidades.

Puede iniciarse con jornadas parciales o teletrabajo híbrido, aumentando progresivamente la exposición.

Este periodo de transición permite al trabajador readaptarse a la rutina y a la empresa evaluar si las medidas de protección implementadas son efectivas, sin someter al individuo a un estrés máximo de inmediato.

La Entrevista de Bienvenida y Ajustes Razonables

El primer día de retorno es crítico.

Debe existir una entrevista de bienvenida gestionada por RRHH o un líder empático (nunca por el antiguo agresor ni sus aliados), donde se reafirme el compromiso de la empresa con su bienestar.

En esta sesión se deben acordar los "ajustes razonables": modificaciones temporales en las condiciones de trabajo para facilitar la readaptación.

Esto puede incluir cambios físicos de ubicación para evitar contacto visual con fuentes de estrés, exoneración temporal de ciertas tareas de alto impacto emocional o flexibilidad para asistir a citas terapéuticas continuas.

Acompañamiento: La Figura del Mentor de Reintegración

Para evitar el aislamiento, es recomendable asignar un "mentor de reintegración" o "buddy".

No se trata de un supervisor, sino de un par, un compañero de confianza que actúe como enlace social y apoyo operativo.

Esta figura ayuda a la víctima a ponerse al día con los cambios ocurridos durante su ausencia, la reintroduce en la dinámica social del grupo y sirve como un "termómetro" amistoso para detectar si la persona se está sintiendo abrumada.

El mentor rompe la barrera de hielo