Ser Modelos de Conducta Positiva y Comunicación
Los padres son los primeros y más influyentes modelos para sus hijos. La forma en que los adultos se comportan, se comunican y manejan sus propias emociones tiene un impacto directo en el aprendizaje y desarrollo de los niños.
Ser un modelo de conducta positiva y comunicación asertiva es una de las aplicaciones más importantes de la psicología positiva en la crianza.
El Aprendizaje por Observación
Es un principio bien conocido que los niños aprenden fundamentalmente por lo que viven y observan en su entorno, más que por lo que se les dice explícitamente.
Por lo tanto, si los padres desean que sus hijos desarrollen ciertas cualidades o formas de comportamiento, ellos mismos deben esforzarse por encarnar esas características.
Si se quiere fomentar la amabilidad, la paciencia o la resiliencia, los niños necesitan ver a sus padres actuando de esa manera en la vida cotidiana.
Modelar la Comunicación Saludable
La forma en que los adultos en el hogar se comunican entre sí y con los niños establece el patrón para las futuras habilidades de comunicación de estos últimos.
Es importante ser un modelo de comunicación asertiva, expresando las propias necesidades y sentimientos de manera respetuosa, y escuchando activamente a los demás.
Esto incluye evitar patrones de comunicación destructivos, como la crítica excesiva, el desprecio, la actitud defensiva o el amurallamiento emocional (los "cuatro jinetes del Apocalipsis" mencionados en el contexto de las relaciones de pareja, pero aplicables a la dinámica familiar).
Los padres deben esforzarse por escucharse mutuamente y a sus hijos, sin mostrar desprecio y estando abiertos a diferentes perspectivas.
Fomentar un Ambiente Familiar Positivo
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