El Miedo y la Respuesta Resiliente
La manera en que las personas enfrentan el miedo es un factor determinante de su resiliencia.
Mientras que para algunos el miedo puede ser una experiencia paralizante, para otros, los individuos resilientes, se convierte en una señal que, aunque incómoda, no impide la acción e incluso puede ser energizante.
La Reacción Innata. Lucha o Huida
Cuando el ser humano percibe un peligro o una amenaza, el cuerpo activa de manera instintiva y sin esfuerzo una respuesta fisiológica conocida como "lucha o huida".
Esta reacción, descubierta y descrita inicialmente en el ámbito de la psicología, prepara al organismo para enfrentar la amenaza directamente (luchar) o para escapar de ella (huir).
La liberación de ciertas sustancias químicas en el cuerpo es parte de esta respuesta automática ante el peligro percibido. Esta reacción es fundamental para la supervivencia.
La Actitud Resiliente ante el Miedo
Las personas resilientes no se caracterizan por la ausencia de miedo; es perfectamente normal y aceptable sentir miedo ante situaciones amenazantes o desconocidas. La diferencia radica en lo que hacen con esa emoción.
En lugar de dejarse paralizar, las personas resilientes reconocen y aceptan su miedo, pero no permiten que este dicte sus acciones de forma limitante.
Cuando el miedo aparece, una estrategia resiliente es compartirlo con personas de confianza, como amigos o familiares, para obtener apoyo emocional o incluso espiritual.
En algunos casos, buscar el apoyo de un grupo también puede ser extremadamente útil para procesar el miedo y encontrar formas de superarlo.
El Miedo como Fuente de Energía
En ciertos contextos, el miedo puede actuar como un factor energizante. Profesionales como los bomberos, policías o personal sanitario en situaciones de crisis enfrentan el miedo de manera constante.
Para ellos, el miedo puede transformarse en una fuente de alerta y motivación que les impulsa a actuar en beneficio de otros, a pesar del riesgo personal.
En estas situaciones, el propósito de ayudar a los demás puede dar un nuevo significado al miedo, convirtiéndolo en un catalizador para la acción valiente.
Afrontar para Superar
La clave del afrontamiento resiliente del miedo es, precisamente, enfrentarlo. Las personas resilientes no evitan las situaciones temidas de forma sistemática.
Sino que las abordan, buscando activamente maneras de superarlas. Se trata de aceptar la emoción del miedo y, a continuación, preguntarse qué acciones se pueden tomar para manejar la situación y lograr un resultado positivo.
Esta confrontación activa es lo que permite disminuir el poder del miedo y fortalecer la propia capacidad de resiliencia.
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