La Ilusión de Control
La ilusión de control es un sesgo cognitivo que nos lleva a creer que podemos influir o dominar situaciones sobre las que, en realidad, tenemos poco o ningún control real.
También se manifiesta al sobreestimar nuestra influencia en ciertos contextos, sin tener en cuenta la multiplicidad de otros factores que intervienen.
Creencia en el Control sobre lo Incontrolable
Este sesgo se evidencia cuando pensamos que todo saldrá según nuestros planes por el simple hecho de haberlos elaborado meticulosamente, sin considerar los imprevistos que escapan a nuestro dominio.
Aunque hayamos planificado un día al detalle, un retraso en un vuelo o un imprevisto pueden trastocarlo todo, demostrando que no podemos controlar todas las circunstancias.
Ciertas corrientes de desarrollo personal a veces fomentan esta ilusión al sugerir que podemos influir en el mundo mediante el pensamiento positivo o el envío de "buenas vibraciones".
Esto se asemeja a la creencia de un aficionado al fútbol de que sus emociones y gestos influyen en el resultado del partido.
El Efecto Placebo y la Percepción de Control
Parte de esta ilusión puede estar relacionada con el efecto placebo, donde la creencia en la efectividad de una acción o sustancia produce un efecto positivo, aunque no haya una causa directa.
Creer que podemos influir en nuestro destino, aunque sea una ilusión, puede hacer la vida más soportable.
Este sesgo es muy evidente en la ludopatía, donde el jugador cree que su habilidad o rituales pueden controlar el azar.
Realidad vs. Ego Controlador
No podemos forzar el crecimiento de un árbol ni que las personas actúen siempre como deseamos.
La ilusión de control se magnifica cuando tenemos alguna influencia real, llevándonos a sobreestimar nuestra contribución, por ejemplo, en un equipo de trabajo.
Nuestro ego c
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