El Efecto del Falso Consenso
El efecto del falso consenso es un sesgo cognitivo relativamente sencillo que describe nuestra tendencia a sobreestimar el grado en que otras personas comparten nuestras propias opiniones, creencias, actitudes, valores y comportamientos.
En esencia, asumimos que nuestra forma de ver el mundo y nuestras elecciones son más comunes o "normales" de lo que realmente son.
Creencia en la Universalidad de lo Propio
Este sesgo se manifiesta cuando damos por sentado que los demás estarán de acuerdo con nuestros puntos de vista, por ejemplo, en una conversación sobre política o temas sociales.
Podemos expresar una opinión esperando un acuerdo generalizado y sorprendernos o incluso enfadarnos si encontramos oposición o perspectivas muy diferentes.
El error fundamental aquí es proyectar nuestras propias ideas y experiencias como si fueran la norma universal, sin considerar la diversidad de pensamientos y vivencias que existen.
Implicaciones en la Práctica y las Relaciones
A nivel profesional o en el desarrollo de proyectos, el efecto del falso consenso puede llevar a errores de juicio.
Por ejemplo, al crear un producto o servicio, podemos asumir que, si a nosotros nos parece excelente y útil, los demás también lo percibirán así de inmediato.
Esta suposición puede llevar a una falta de investigación de mercado adecuada o a una incomprensión de las verdaderas necesidades y preferencias del público objetivo.
Cuando un producto no tiene el éxito esperado, la sorpresa puede ser grande si se ha operado bajo este sesgo ("¡Qué raro! ¿Por qué no gusta mi producto?").
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