Conciencia Plena vs. Automatismo (Mindfulness vs. Mindlessness)

Si bien el mindfulness se centra en la atención consciente y deliberada al momento presente, es importante reconocer que gran parte de nuestra vida cotidiana se rige por el "mindlessness" o la acción automática, propia de los hábitos.

Ambas formas de funcionamiento mental tienen su lugar y su utilidad, y entender su interacción es clave para un bienestar equilibrado.

El Funcionamiento en "Piloto Automático" (Mindlessness)

El "mindlessness" se refiere a operar en piloto automático, realizando acciones y respondiendo a situaciones sin una conciencia plena o una reflexión activa sobre lo que se está haciendo.

Los hábitos son la manifestación más clara de este estado. Cuando hemos repetido una acción suficientes veces, se convierte en un hábito y la realizamos con un mínimo esfuerzo consciente.

Esto es eficiente, ya que libera recursos mentales para otras tareas.

Sin embargo, operar constantemente en este modo automático puede llevar a descuidos, errores o a una desconexión con la experiencia presente.

Por ejemplo, olvidar dónde se dejaron las llaves, no estar seguro de si se cerró el coche, o enviar un correo electrónico del que luego uno se arrepiente, son ejemplos de posibles resultados del "mindlessness".

Mindfulness como Contrapunto Deliberado

El mindfulness, por el contrario, es el acto de "despertar" de ese piloto automático y traer una conciencia intencional a la experiencia presente.

Implica estar plenamente comprometido con lo que se está haciendo, ya sea una tarea compleja o una actividad cotidiana.

Mientras que los hábitos son, en esencia, "mindless" (sin mente consciente en el momento), el mindfulness es el ejercicio de la atención plena.

Cuando estamos en un estado de flujo, absortos en una actividad que disfrutamos y que nos desafía adecuadamente, estamos experimentando una forma de mindfulness en acción.

En esos momentos, la existencia parece suspendida; no hay pasado ni futuro, solo el momento presente y la tarea en cuestión.

La Importancia de Ambos Estados

Es crucial entender que el objetivo no es estar en un estado de mindfulness constante, lo cual sería impracticable y agotador, ni tampoco vivir permanentemente en "mindlessness".

Ambos tienen su función. Los hábitos (mindlessness) nos permiten realizar tareas rutinarias de forma eficiente.

El mindfulness nos permite estar presentes en momentos importantes, tomar decisiones conscientes, disfrutar plenamente de las experiencias y manejar el estrés de forma más efectiva.

La clave reside en la capacidad de alternar entre ambos estados de manera flexible y apropiada.

Practicar mindfulness puede ayudarnos a ser más conscientes de cuándo estamos operando en piloto automático y a elegir deliberadamente cuándo necesitamos estar más presentes y atentos.

Aunque pueda parecer que hacer muchas cosas a la vez (multitasking) es productivo, la investigación sugiere que enfocarse en una tarea a la vez (una forma de mindfulness) mejora la productividad y el bienestar.