Claves para un Mayor Bienestar Personal
La variabilidad en los niveles de bienestar entre personas, incluso ante circunstancias vitales similares, sugiere que ciertos factores internos y elecciones personales juegan un papel determinante.
Existen elementos diferenciadores que explican por qué algunos individuos logran mantener o alcanzar un mayor grado de satisfacción y plenitud en sus vidas.
Cultivo de Componentes del Bienestar
Un factor crucial es la capacidad de una persona para cultivar conscientemente los elementos que conforman un bienestar integral.
Estos incluyen los descritos en modelos teóricos de la psicología positiva, como el modelo PERMA, que abarca emociones positivas, compromiso, relaciones, significado y logro.
Este cultivo puede realizarse de forma deliberada, con un conocimiento explícito de dichos elementos y un esfuerzo dirigido a su desarrollo.
O bien, puede darse de manera más intuitiva e inconsciente, donde la persona, a través de sus hábitos y elecciones vitales, pone en práctica estos principios sin necesariamente conceptualizarlos formalmente.
Independientemente de si el proceso es consciente o no, el resultado es una vida más rica en experiencias positivas y un mayor sentido de satisfacción general.
Aquellos que activamente o por disposición natural se involucran en actividades que les generan emociones positivas, se comprometen con sus tareas y mantienen relaciones saludables.
Además, encuentran un significado en lo que hacen y logran metas, lo que los lleva a reportar niveles de bienestar superiores.
El Papel de la Fuerza de Voluntad
La fuerza de voluntad emerge como un segundo elemento diferenciador de gran importancia.
Se define como la capacidad intrínsecamente humana para decidir con libertad y determinación lo que se desea y lo que no, y para actuar en consecuencia.
Ante la adversidad, la tristeza o la depresión, la voluntad permite a la persona elegir si quedarse anclada en el dolor y el sufrimiento o si, por el contrario, decide avanzar, aprender de la experiencia y progresar.
Es crucial entender que el dolor es una parte inevitable de la vida, un "primer flechazo" ante las dificultades.
Sin embargo, el sufrimiento prolongado es, en muchos casos, una elección influenciada por la voluntad.
La decisión de no resignarse, de no victimizarse y de aprender de las situaciones difíciles, a pesar del dolor inicial, es un acto de voluntad que impulsa hacia la superación y un mayor bienestar.
Ningún profesional o consejo externo puede reemplazar esta decisión interna; al final, es la propia persona quien decide si avanzar o permanecer en el estancamiento.
La Influencia de la Actitud
Estrechamente ligada a la voluntad, la actitud representa la manera en que una persona está dispuesta a comportarse u obrar ante las circunstancias o ante los demás.
Mientras la voluntad es la decisión de actuar o no (por ejemplo, decidir avanzar a pesar del dolor), la actitud es el "cómo" se afronta esa decisión y el proceso subsiguiente.
Es posible, por ejemplo, decidir avanzar (voluntad) pero hacerlo con una actitud negativa, llena de quejas, críticas o rencor, lo cual mermará el bienestar.
En cambio, cultivar una actitud positiva hacia la vida, incluso en medio de la dificultad, permite gestionar las situaciones de una manera mucho más constructiva y saludable.
La combinación de una voluntad firme para seguir adelante y una actitud positiva para afrontar el camino son determinantes para alcanzar y mantener un elevado nivel de bienestar emocional, mental y físico ante las adversidades.
claves mayor bienestar personal