La técnica de la pulsera (condicionamiento clásico)
La base: condicionamiento clásico para reforzar conductas
Esta técnica se basa en los principios del condicionamiento clásico, popularizados por el psicólogo Iván Pávlov.
Se trata de crear una asociación entre un estímulo y una respuesta para modificar un hábito, en este caso, un patrón de pensamiento o emoción negativa.
Usar una pulsera elástica para darse un chasquido al detectar una pensamiento negativo
La metodología es simple. Se lleva una pulsera elástica en la muñeca.
Cada vez que nos damos cuenta de que estamos teniendo un pensamiento o una emoción negativa recurrente que queremos cambiar, nos damos un pequeño y suave chasquido con la pulsera.
Paso 1: asociar el pensamiento negativo con un dolor físico leve
El chasquido produce una leve sensación de dolor o molestia.
Con la repetición, nuestro cerebro empieza a asociar el patrón de pensamiento negativo con esa sensación desagradable.
El objetivo es que, de forma subconsciente, el pensamiento empiece a resultarnos aversivo.
Paso 2: inmediatamente después, cambiar al pensamiento opuesto positivo y recompensarse
Este paso es crucial para que la técnica sea efectiva. El chasquido no es un castigo, es una señal de interrupción.
Inmediatamente después del chasquido, debemos dirigir nuestra mente de forma consciente hacia un pensamiento opuesto y positivo.
Por ejemplo, si el pensamiento era 'no soy capaz', lo cambiamos por 'soy capaz y estoy aprendiendo'.
Y podemos añadir una pequeña recompensa interna, como una palabra de ánimo.
Crear una asociación subconsciente que desincentive lo negativo y refuerce lo positivo
Con la práctica constante, se crea una nueva asociación neuronal.
El cerebro aprende a desincentivar el pensamiento negativo (asociado al dolor) y a reforzar el pensamiento positivo (asociado al alivio y la recompensa).
Es una forma de reentrenar nuestra mente de forma activa y consciente, utilizando los principios b
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