El poder de actuar a pesar del sentimiento
La capacidad de actuar de forma diferente a como nos sentimos
Aunque las emociones nos impulsan a actuar de una determinada manera, los seres humanos tenemos una capacidad extraordinaria: podemos elegir actuar de forma diferente a como nos sentimos.
Podemos sentir miedo y aun así dar un paso adelante. Podemos sentir pereza y aun así levantarnos del sofá.
Esta es la base de la disciplina y la fuerza de voluntad.
El papel de la fuerza de voluntad y la disciplina
La fuerza de voluntad es el músculo que nos permite cerrar la brecha entre nuestros sentimientos y nuestras acciones deseadas.
Es la capacidad de elegir el comportamiento que nos acerca a nuestras metas a largo plazo, incluso si es incómodo a corto plazo.
La disciplina es la práctica constante que fortalece ese músculo.
El ejemplo de saltarse el entrenamiento por cansancio
Cuando nos sentimos cansados y decidimos no ir al gimnasio, estamos dejando que el sentimiento dicte la acción.
El resultado a corto plazo es el alivio de no tener que esforzarnos. Pero el resultado a largo plazo puede ser la frustración por no alcanzar nuestros objetivos de salud.
La sensación de logro al actuar a pesar de la emoción y cómo crea un ciclo positivo Si, por el contrario, a pesar del cansancio, decidimos ir al gimnasio, ocurre algo mágico.
Después del entrenamiento, no solo hemos cumplido con nuestra meta. También experimentamos una sensación de logro y orgullo por haber superado la resistencia interna.
Este sentimiento positivo (F) refuerza la idea de que somos capaces (T), lo que hará que la próxima vez sea más fácil repetir la acción (A). Así se crea un ciclo virtuoso.
Resumen
Los seres humanos poseemos la capacidad única de a
el poder de actuar a pesar del sentimiento