Síntomas Cognitivos de la Ansiedad. Pensamientos y Creencias
La ansiedad no solo se manifiesta a nivel físico y conductual, sino que también tiene un componente cognitivo fundamental, que incluye los pensamientos, creencias, interpretaciones y sesgos que caracterizan la experiencia ansiosa.
Estos procesos mentales juegan un papel crucial tanto en la generación como en el mantenimiento de la ansiedad.
Pensamientos Automáticos Negativos
Las personas con ansiedad suelen experimentar un flujo de pensamientos automáticos negativos, que son ideas o imágenes que surgen espontáneamente y que tienden a ser catastrofistas, autocríticas o centradas en la amenaza.
Estos pensamientos a menudo no son el resultado de una reflexión consciente, sino que aparecen de forma rápida e involuntaria.
Ejemplos incluyen anticipar el peor resultado posible ("seguro que suspendo el examen y arruino mi futuro"), dudar de las propias capacidades ("no soy capaz de hacer esto") o interpretar situaciones ambiguas como peligrosas ("si mi corazón late rápido, significa que algo malo me va a pasar").
Distorsiones Cognitivas
Los pensamientos ansiosos a menudo están caracterizados por distorsiones cognitivas, que son patrones de pensamiento irracionales o sesgados que no se ajustan a la realidad objetiva.
Algunas distorsiones comunes en la ansiedad incluyen:
- Catastrofismo: Esperar siempre el peor resultado posible.
- Sobregeneralización: Extraer conclusiones negativas generales a partir de un solo evento.
- Filtro Mental: Centrarse selectivamente en los aspectos negativos de una situación e ignorar los positivos.
- Pensamiento Dicotómico (Todo o Nada): Ver las cosas en términos absolutos, sin matices.
- Lectura del Pensamiento: Asumir que se sabe lo que otros están pensando, generalmente de forma negativa.
- Personalización: Atribuirse la responsabilidad de eventos negativos sin evidencia.
Estas distorsiones alimentan la ansiedad al crear una visión del mundo y de uno mismo como inherentemente amenazantes o deficientes.
Creencias Subyacentes y Esquemas Disfuncionales
Más allá de los pensamientos automáticos, la ansiedad puede estar sostenida por creencias subyacentes o esquemas disfuncionales más profundos sobre uno mismo, los demás y el mundo.
Estas creencias, formadas a menudo a partir de experiencias tempranas, actúan como filtros a través de los cuales se interpreta la realidad.
Por ejemplo, una creencia central como "soy vulnerable" o "el mundo es un lugar peligroso" puede predisponer a una persona a interpretar una amplia gama de situaciones como amenazantes y a reaccionar con ansiedad.
La terapia cognitivo-conductual se enfoca en identificar y modificar estos pensamientos automáticos, distorsiones cognitivas y creencias subyacentes para reducir la ansiedad.
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