Rol de la Evitación y las Conductas de Seguridad
Los comportamientos de evitación y las conductas de búsqueda de seguridad, aunque son estrategias que las personas utilizan con la intención de reducir o prevenir la ansiedad y el malestar, paradójicamente juegan un papel crucial en el mantenimiento y la perpetuación de los trastornos de ansiedad.
Comprender su función es esencial para el tratamiento.
La Evitación. Alivio a Corto Plazo, Problema a Largo Plazo
La evitación consiste en eludir activamente situaciones, personas, lugares, pensamientos o sensaciones que se asocian con la ansiedad o que se perciben como amenazantes.
Por ejemplo, una persona con fobia social puede evitar ir a fiestas, o alguien con agorafobia puede evitar salir de casa.
El principal mecanismo por el cual la evitación mantiene la ansiedad es a través del refuerzo negativo.
Cuando la persona evita la situación temida, experimenta un alivio inmediato de la ansiedad anticipatoria o del malestar que le generaba.
Este alivio actúa como una recompensa que refuerza la conducta de evitación, haciendo más probable que la persona vuelva a evitar en el futuro.
El problema es que, al evitar, la persona nunca tiene la oportunidad de:
- Desconfirmar sus miedos: No puede comprobar si sus predicciones catastróficas sobre la situación eran realmente ciertas.
- Habituarse a la ansiedad: No permite que la ansiedad disminuya naturalmente a través de la exposición prolongada.
- Desarrollar habilidades de afrontamiento: No practica cómo manejar la situación o la ansiedad que esta le genera.
Como resultado, el miedo a la situación se mantiene o incluso aumenta, y el mundo de la persona se va encogiendo a medida que evita más y más situaciones.
Las Conductas de Búsqueda de Seguridad. Una Falsa Protección
Las conductas de búsqueda de seguridad son acciones más sutiles que las personas realizan en las situaciones temidas con la intención de prevenir la catástrofe anticipada o de sentirse menos ansiosas.
A diferencia de la evitación completa, la persona sí enfrenta la situación, pero con "ayudas" o "muletas".
Ejemplos incluyen llevar siempre una botella de agua o medicación por si se tiene un ataque de pánico, ensayar mentalmente cada frase antes de hablar en una situación social, o ir acompañado a lugares que generan ansiedad.
El problema con estas conductas es que, si la catástrofe temida no ocurre, la persona atribuye la ausencia de peligro a la conducta de seguridad y no a la inocuidad real de la situación o a su propia capacidad para afrontarla.
Por ejemplo, si alguien con pánico lleva siempre su medicación y no tiene un ataque, puede pensar "no tuve un ataque porque llevaba la medicación", en lugar de "no tuve un ataque porque la situación no era peligrosa o porque puedo manejar mis sensaciones".
Así, las conductas de seguridad también impiden la desconfirmación de los miedos y mantienen la creencia de vulnerabilidad, perpetuando la ansiedad.
Parte del tratamiento implica identificar y eliminar gradualmente tanto la evitación como estas conductas de seguridad.
rol evitacion las conductas seguridad