El Marco de las Tres Perspectivas
Durante un conflicto, es fácil quedar atrapado en nuestra propia visión de la realidad, convencidos de nuestra razón.
El enfoque de las tres perspectivas, una herramienta de la Programación Neurolingüística (PNL), es un ejercicio mental diseñado para romper esta visión de túnel y analizar la situación desde tres ángulos distintos: el nuestro, el del otro y el de un observador externo.
La Primera Perspectiva: La Visión Propia
Este es nuestro punto de partida natural: cómo vivimos el conflicto, qué sentimos y qué pensamos.
El primer paso es simplemente reconocer y aceptar nuestra propia perspectiva sin juzgarla, entendiendo que es nuestra verdad subjetiva.
La Segunda Perspectiva: La Visión Empática
Este paso requiere un esfuerzo consciente para ponerse en el lugar del otro.
El objetivo es intentar experimentar la situación desde su punto de vista: ¿Qué podría estar sintiendo? ¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Cómo ha podido interpretar mis palabras o acciones? Se trata de comprender su lógica interna, aunque no la compartamos.
La Tercera Perspectiva: La Visión del Observador Neutral
Aquí, nos distanciamos emocionalmente y observamos la interacción como si fuéramos un espectador imparcial, una "mosca en la pared".
Desde esta posición, analizamos la dinámica entre ambas partes: los patrones de comunicación, el lenguaje corporal, los tonos de voz.
Esta visión es la más objetiva y a menudo revela cómo ambas partes están contribuyendo al problema.
Este ejercicio es una herramienta poderosa para ganar objetividad y empatía.
Al integrar las percepciones de las tres posiciones, obtenemos una comprensión más completa del conflicto, lo que nos permite elegir una respuesta más responsable y constructi
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