Superando Barreras Culturales en la Comunicación
Dar el beneficio de la duda y evitar malinterpretaciones culturales
Uno de los mayores riesgos en la comunicación intercultural, especialmente a través de medios escritos como el correo electrónico, es la posibilidad de que el significado se pierda en la traducción cultural.
Lo que en una cultura es un mensaje directo y eficiente, en otra puede ser percibido como rudo o cortante.
Por ello, el principio más importante es dar siempre el beneficio de la duda y asumir una intención positiva por parte del emisor.
A menudo, las palabras son solo palabras, sin un doble sentido oculto.
Si un mensaje escrito te genera dudas o una reacción negativa, en lugar de responder impulsivamente, la mejor estrategia es escalar a un canal de comunicación más rico, como una llamada telefónica, para clarificar la intención directamente.
Esto previene conflictos innecesarios que nacen de una simple malinterpretación cultural.
La comunicación jerárquica y la obtención de ideas en diferentes culturas
Las normas sobre la jerarquía varían enormemente entre culturas y tienen un impacto directo en la comunicación.
En algunas culturas, se espera que las ideas y las directrices provengan exclusivamente de la persona de mayor rango en una reunión.
En este tipo de entorno, dirigirse a un miembro junior del equipo para pedirle su opinión en un foro público puede ponerlo en una situación extremadamente incómoda y embarazosa, ya que estaría rompiendo una norma social implícita.
Lo más probable es que esa persona desvíe la pregunta a su superior en lugar de responder.
Para un comunicador culturalmente inteligente, la estrategia correcta es solicitar esas ideas en privado primero, para luego, si es apropiado, presentarlas al grupo, respetando así las dinámicas de poder y la estructura jerárquica de esa cultura.
La importancia de ser intencionalmente positivo
Mantener un tono intencionalmente positivo es una estrategia muy eficaz para navegar las complejidades de la comunicación intercultural.
Las personas, independientemente de su cultura, son más receptivas y están más dispuestas a escuchar a alguien que se comunica de una manera positiva y constructiva.
Un estilo de comunicación que en una cultura puede ser visto como directo y asertivo, en otra puede ser interpretado como agresivo o duro, provocando que el interlocutor se cierre y no participe.
Por lo tanto, en lugar de ofrecer críticas directas, es preferible enmarcar las sugerencias como ideas nuevas o perspectivas alterna
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