Tácticas Proactivas: Tomar Cierto Control

En una entrevista, no tienes por qué ser un participante pasivo que solo reacciona a las preguntas.

Ser proactivo significa entender que tú también tienes control sobre la conversación y puedes dirigirla sutilmente para asegurarte de comunicar tu valor y alcanzar tu objetivo: la oferta de empleo.

Ir con una propuesta de valor clara y asegurarse de comunicarla

La proactividad empieza con una preparación sólida.

Debes tener absolutamente clara tu propuesta de valor para ese cargo específico: por qué eres la solución ideal para las necesidades de la empresa.

Tu objetivo principal durante la entrevista es asegurarte de comunicar esta propuesta, independientemente de si te lo preguntan directamente o no. Es tu "venta", y debes asegurarte de hacerla.

Tu preparación y tu propuesta de valor te dan el poder de superar imprevistos durante la entrevista.

Manejar diferentes tipos de entrevistadores

Parte de ser proactivo es adaptarte y gestionar diferentes estilos de entrevistadores sin perder tu objetivo. Reconoce estos tipos y actúa en consecuencia:

El Desinteresado: Si notas que el entrevistador está distraído (mirando el móvil, el correo, la ventana) , no te desanimes. Toma el control educadamente.

Di algo como: "Si me permite tres minutos, quiero explicarle por qué estaba tan interesado/a en esta entrevista y por qué creo que soy un buen candidato/a". Haz valer tu tiempo.

El Preocupado: Si el entrevistador expresa una preocupación sobre tu perfil ("Me preocupa que no tengas...") , no te vengas abajo.

Aborda la preocupación directamente, explica cómo planeas manejar esa supuesta debilidad y reenfoca la conversación en tus fortalezas.

El Agresivo o Serio: Si el entrevistador es muy directo, parco o no sonríe , no asumas que no le agradaste. Puede ser su estilo, puede estar estresado o simplemente ser muy analítico.

Ajústate un poco a su tono (sin perder tu amabilidad), mantén la confianza en tu propuesta y sigue adelante.

El "Buen Agente" (Demasiado Amable/Social): Cuidado si la conversación se vuelve demasiado social y amigable, desviándose de lo profesional.

Podrías pasarlo bien, pero el entrevistador podría no recopilar la información necesaria para defender tu candidatura.

Si esto ocurre, redirige la conversación amablemente: "Ha sido muy agradable charlar sobre X, pero si me permite, me gustaría volver a por qué creo que encajo bien en este puesto...".

El "Corchador" (Preguntas Ácidas/Técnicas): Si te hacen preguntas muy específicas (cifras, datos técnicos) diseñadas para filtrar candidatos , prepárate llevando esos datos clave si son relevantes para el puesto.

Si no sabes la respuesta, admítelo con calma y muestra tu proceso de razonamiento si es posible.

Re-encauzar la conversación si se desvía o el entrevistador se distrae

Si sientes que la entrevista se está desviando hacia temas irrelevantes o que el entrevistador ha perdido el interés, tienes el poder y la responsabilidad de re-encauzarla.

Intervención educada: Espera una pausa natural y di algo como: "Entiendo