Preguntas del Candidato al Entrevistador
Demostrar interés inteligente
Hacia el final de la entrevista, el turno de preguntas se invierte. Responder "no tengo preguntas" es un error grave que puede denotar falta de interés o preparación.
Sin embargo, preguntar cosas básicas cuya respuesta está en la página web de la empresa (como "¿a qué se dedican?") es igualmente perjudicial.
Las preguntas deben demostrar que el candidato ha investigado y está visualizándose ya dentro de la organización.
Se recomienda formular interrogantes sobre la cultura organizacional, los desafíos específicos del departamento o la visión a medio plazo.
Por ejemplo: "¿Cómo ha evolucionado la estrategia del equipo ante los recientes cambios legislativos del sector?" o "¿Cuáles son los mayores retos que enfrentará la persona que ocupe este puesto en los primeros seis meses?".
Estas preguntas no solo proporcionan información valiosa para decidir si aceptar una oferta, sino que posicionan al candidato como un profesional estratégico que se preocupa por el éxito de la compañía.
La pregunta de oro
Existe una pregunta estratégica, a menudo llamada "la pregunta de oro", que tiene el poder de cambiar la dinámica de la entrevista: "¿Qué tendría que hacer yo para que, dentro de un año, usted considere que mi contratación fue un éxito rotundo?".
Esta formulación obliga al entrevistador a visualizar al candidato triunfando en el puesto y a verbalizar las expectativas reales y métricas de éxito que a veces no aparecen en la descripción del trabajo.
La respuesta a esta pregunta proporciona una hoja de ruta clara sobre lo que se valora: ¿es la autonomía? ¿Son las ventas? ¿Es la capacidad de innovación? Además, al obtener esta información, el candidato puede reafirmar su idoneidad en el cierre de la entrevista o en la carta de agradecimiento posterior, alineando sus promesas finales exactamente con lo que el jefe desea escuchar.
Es una herramienta de venta personal y de alineación de expectativas sumamente potente.
Cierre de la entrevista
El cierre es el último sabor de boca que se lleva el evaluador.
Antes de salir, es fundamental clarificar los siguientes pasos del proceso para gestionar la propia ansiedad y planificar el seguimiento.
Preguntas como "¿Cuál es el plazo estimado para tomar una decisión?" o "¿Hay alguna información adicional que necesiten de mí?" son adecuadas y profesionales. Además, se debe reiterar el interés por la posición de manera explícita.
Una frase de cierre como: "Después de nuestra conversación y de conocer mejor los retos del equipo, estoy aún más entusiasmado con la posibilidad de unirme a la empresa y aportar mi experiencia en X", refuerza el compromiso.
Posteriormente, este interés debe sellarse con una nota de agradecimiento enviada en las siguientes 24 ho
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