Meditación 1. La Temperatura de la Respiración

Una Meditación de Enfoque Sutil

Esta es una meditación de mindfulness muy sencilla que se va a enfocar en tu respiración de una forma muy particular.

No solo te centrarás en el acto de respirar, sino en la sutil sensación de la temperatura del aire.

Es un ejercicio poderoso para calmar la mente, utilizando un punto de anclaje que siempre está disponible para ti.

El Propósito. Silenciar la Mente a través de la Sensación

El objetivo principal de esta práctica es darle a tu mente una tarea de concentración tan sutil que no pueda divagar.

Al centrarte por completo en una sensación física delicada, interrumpes de forma natural el flujo de pensamientos obsesivos.

Esta meditación te entrena para dirigir tu atención a voluntad, una habilidad clave para gestionar la ansiedad en tu vida.

Paso 1. La Preparación y la Respiración Natural

Para empezar, siéntate en una posición cómoda y simplemente relájate, cerrando los ojos si eso te ayuda a concentrarte.

Comienza a prestar atención a tu respiración, sintiendo cómo el aire entra y sale de tu cuerpo a través de la nariz.

Es muy importante que no respires de forma forzada o pesada; simplemente respira con total normalidad y naturalidad.

Debes respirar como lo harías si no estuvieras pensando en ello, permitiendo que tu cuerpo encuentre su propio ritmo.

Paso 2. La Observación de la Temperatura del Aire

Ahora, lleva toda tu atención a la temperatura del aire que estás respirando en este preciso momento.

Concéntrate únicamente en notar la diferencia de temperatura que existe entre el aire que entra y el aire que sale.

Te darás cuenta de que, cuando inhalas, el aire que entra por tu nariz es notablemente más fresco.

En cambio, cuando exhalas, el aire que sale de tu nariz es un poco más cálido debido a tu temperatura corporal.

Paso 3. Enfocándose en las Fosas Nasales

Para hacer el ejercicio aún más preciso, intenta sentir esta diferencia de temperatura directamente en tus fosas nasales.

Nota cómo la piel del interior de tu nariz se siente un poco más fría al inhalar el aire del exterior.

Y, a continuación, siente cómo esa misma zona se calienta ligeramente al exhalar el aire que viene de tus pulmones.

El Resultado Inmediato. La Pausa del Pensamiento Obsesivo

Mientras te concentras intensamente en esta sutil diferencia de temperatura, notarás que algo sorprendente ha sucedido en tu mente.

Te darás cuenta de que tus pensamientos obsesivos y tus preocupaciones se han detenido por completo durante este ejercicio.

Tu cerebro no puede mantener el foco en una sensación tan delicada y al mismo tiempo seguir con su parloteo habitual.

Una Prá