DERECHOS DE LA VÍCTIMA Y EL ACUSADO
DERECHO A LA CONFIDENCIALIDAD Y A UN PROCESO JUSTO
Tanto el denunciante como el acusado tienen derecho a un proceso regido por los principios de justicia natural.
Para la víctima, esto incluye recibir un trato empático y la garantía de que su identidad no será divulgada a la prensa o al público.
Para el acusado, rige la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario.
Ambas partes tienen derecho a recibir copias de las declaraciones y pruebas presentadas por la otra parte para preparar su defensa o réplica.
Si la espía Mata Hari fuera acusada de acoso por un general, ella tendría el derecho fundamental de conocer exactamente qué se dice de ella y ver las pruebas. No se puede realizar una "inquisición secreta" a sus espaldas.
Del mismo modo, el general (la víctima) tiene derecho a que los detalles escabrosos del caso no se filtren a los periódicos sensacionalistas, protegiendo su dignidad mientras dura la investigación.
MEDIDAS PROVISIONALES (TRASLADOS, LICENCIAS) DURANTE LA INVESTIGACIÓN
Dado que una investigación puede tardar hasta 90 días, la víctima tiene derecho a solicitar "alivios interinos" para no tener que interactuar con el acosador durante ese tiempo.
A solicitud escrita de la mujer agraviada, el comité puede recomendar su transferencia o la del acusado a otra oficina, u otorgarle una licencia pagada de hasta tres meses (adicional a sus vacaciones normales).
También se puede prohibir al acusado evaluar el desempeño de la víctima para evitar represalias profesionales. Imaginemos que Galileo Galilei denuncia a su supervisor por acoso.
Mientras el comité investiga, sería tortuoso para Galileo seguir reportando a esa persona.
Por tanto, puede solicitar ser transferido a otro laboratorio o tomarse una licencia para escribir en casa.
Si el supervisor fuera quien evaluara su trabajo anual durante la investigación, Galileo podría pedir que se le retire esa potestad para asegurar una evaluación objetiva y libre de venganza.
EXPECTATIVAS DURANTE EL PROCESO DE INDAGACIÓN
Durante el proceso, el acusado tiene derecho a una audiencia justa y, crucialmente, al derecho de contrainterrogar a los testigos presentados por el denunciante (aunque esto suele hacerse a través del comité para evitar la intimidación directa).
No se permite la intervención de abogados externos en la fase de comité interno; las partes deben representarse a sí mismas.
Si alguna de las partes no está satisfecha con el veredicto final, tienen el derecho legal de apelar ante un tribunal o tribunal superior dentro de un plazo determinado.
Si el filósofo Sócrates fuera el acusado, tendría derecho a cuestionar las inconsistencias en el testimonio de sus acusadores.
Sin embargo, tendría que defenderse usando
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