AUTOEVALUACIÓN Y LÍMITES PROFESIONALES
LA PRUEBA DEL "ESPEJO": ¿HARÍA ESTO FRENTE A MI FAMILIA?
Para evitar convertirse inadvertidamente en un acosador, cada empleado debe someter su comportamiento a una auditoría personal rigurosa. Una herramienta efectiva es la "prueba del espejo" o prueba de la familia.
Antes de realizar un comentario, enviar un mensaje o tocar a un colega, el individuo debe preguntarse: ¿Me sentiría cómodo si mi madre, mi hermana, mi cónyuge o mis hijos estuvieran viendo esta interacción? Si la respuesta es no, la conducta es probablemente inapropiada.
Supongamos que Casanova trabaja en una oficina moderna. Antes de hacer un comentario sobre el escote de una compañera, debería visualizar si diría lo mismo si su propia madre estuviera parada a su lado, o si le gustaría que alguien le dijera eso a su hermana.
Si la idea le causa vergüenza o incomodidad, es una señal clara de que está cruzando una línea roja profesional.
Esta introspección ayuda a filtrar comportamientos que, aunque racionalizados como "bromas", son ofensivos.
RECONOCER CONDUCTAS PROPIAS QUE PUEDEN SER MALINTERPRETADAS
A menudo, las personas operan bajo la ilusión de que sus intenciones justifican sus actos. Sin embargo, en el entorno laboral, el impacto es lo que cuenta. Es vital realizar una autoevaluación de personalidad.
Aquellos que se consideran "muy táctiles" o "bromistas" deben entender que el lugar de trabajo no es el escenario para desplegar esas facetas sin filtro.
Psicólogos sugieren que a menudo proyectamos en los demás lo que nos gusta a nosotros mismos, pero asumir confianza no solicitada es un riesgo.
Si el emperador Nerón, quien se considera un artista incomprendido y excéntrico, tiene la costumbre de dar masajes en el cuello a sus consejeros sin preguntar, bajo la creencia de que "ayuda a relajar", debe detenerse y evaluar.
¿Estaría dispuesto a que esa interacción fuera descrita con detalle en un informe de Recursos Humanos o en un periódico público? ¿Le gustaría que se publicara el video de esa acción? Si la transparencia de sus actos le genera temor a consecuencias reputacionales, entonces su conducta es acoso, no camaradería.
DISTINCIÓN ENTRE COMPORTAMIENTO AMISTOSO Y PROFESIONAL
La línea entre la amistad y el acoso puede parecer difusa en equipos unidos, pero existen marcadores claros. El comportamiento profesional respeta el espacio físico y emocional del otro.
Lo que es aceptable en una reunión social de fin de semana con amigos de toda la vida no necesariamente lo es con colegas un martes por la mañana.
Tratar a una compañera como una posible conquista romántica en lugar de una profesional es una violación de esta distinción. Imaginemos a Enrique VIII intentando cortejar a una empleada nueva.
Aunque él crea que está siendo "romántico" al enviarle regalos anónimos y notas insisten
autoevaluacion y limites profesionales