La Política de Cero Tolerancia y la Cultura de Cumplimiento
El Significado de la Cero Tolerancia
La implementación de una política de "Cero Tolerancia" no es un eslogan vacío para decorar los pasillos; es una declaración corporativa vinculante que establece que ninguna forma de violencia, acoso o discriminación será aceptada, independientemente de quién sea el infractor o cuál sea su jerarquía dentro de la empresa.
Esto implica que los resultados financieros o el talento técnico de un individuo no pueden servir como escudo para proteger comportamientos abusivos.
Imaginemos a un director comercial que supera todas las metas anuales pero que habitualmente humilla a su equipo de soporte administrativo.
Bajo esta política, su éxito numérico no atenúa su falta disciplinaria; la organización prioriza la integridad del ambiente laboral sobre el beneficio económico a corto plazo.
Construcción de una Cultura de Cumplimiento
Más allá de las normas escritas en un manual, lo que realmente protege a una organización es su "Cultura de Cumplimiento".
Esto se refiere a la interiorización de las normas éticas por parte de todos los colaboradores.
No se trata de obedecer por miedo al castigo, sino de actuar correctamente por convicción y respeto mutuo.
En una cultura de cumplimiento robusta, los empleados se sienten seguros para reportar cuando presencian una irregularidad, sabiendo que serán escuchados y no represaliados.
El cumplimiento requiere que la organización monitoree activamente el clima laboral y no espere pasivamente a que lleguen las quejas formales.Es una postura proactiva donde la prevención es la norma.
Responsabilidad Compartida y Coherencia
La efectividad de estas políticas recae casi exclusivamente en la coherencia de los líderes.
Si la dirección predica respeto pero practica la intimidación, la política pierde toda validez y genera cinismo.
Todos los miembros de la organización, desde la presidencia hasta el personal operativo, son responsables de mantener un entorno seguro.
Por ejemplo, si una gerente observa una broma pesada de índole sexual en una reunión de equipo y se ríe o la ignora para "no crear tensión", está validando esa conducta y destruyendo la política de cero tolerancia.
La intervención debe ser inmediata y ejemplarizante para mantener la credibilidad del sistema de gestión.
Resumen
La política de "Cero Tolerancia" establece que ninguna agresión será aceptada, sin importar la jerarquía o éxito financiero del infractor, priorizando la integridad del ambiente laboral.
Una cultura de cumplimiento implica que los colaboradores interioricen normas éticas por convicción, sintiéndose seguros para reportar irregularidades sin miedo a sufrir represalias por parte de superiores.
La efectividad depende de la coherencia de los líderes; si la dirección ignora comportamientos abusivos, valida la conducta y destruye la credibilidad del sistema de gestión.
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