La Entrevista Virtual: Adaptación al Entorno Digital
El Auge de la Entrevista por Video
A raíz de la pandemia de COVID-19, el uso de entrevistas por video para el reclutamiento se ha expandido significativamente.
Una encuesta del CIPD de 2021 reveló que el 54% de las empresas ya utilizaban esta modalidad.
A pesar de ciertas dudas iniciales sobre si es "tan buena como la presencial", la entrevista virtual se ha consolidado como una parte integral y estándar del proceso de selección moderno, y es una tendencia que continuará.
Ventajas Clave del Formato Digital
La adopción masiva de este formato se debe a sus claras ventajas. Primero, ofrece una notable reducción de costos, eliminando los gastos de viaje o alquiler de espacios.
Esto es especialmente beneficioso para empresas grandes o que reclutan talento a larga distancia, lo cual es cada vez más común con el auge del trabajo desde casa.
Segundo, representa un ahorro significativo de tiempo, siendo más conveniente tanto para el entrevistador como para el candidato.
De hecho, el 66% de las empresas en la encuesta del CIPD reportaron que la tecnología había acelerado sus procesos de reclutamiento.
Desafío 1: Adaptación del Comportamiento y Percepción
El entorno virtual presenta desafíos únicos. Los estudios muestran que los seres humanos adaptamos nuestro estilo de comunicación al medio que estamos usando, lo que puede afectar nuestro comportamiento, naturalidad y el nivel de conexión emocional.
Esto puede introducir nuevos sesgos.
Por ejemplo, los entrevistadores pueden percibir la personalidad de forma diferente a través de una pantalla: un candidato extrovertido puede parecer menos enérgico, mientras que uno introvertido puede parecer más relajado al estar en su propio entorno.
Los sesgos habituales siguen presentes, pero el medio virtual exige prestar una atención aún más rigurosa a los rasgos conductuales objetivos.
Desafío 2: Fiabilidad Técnica y Flujo de la Conversación
La fiabilidad tecnológica es un obstáculo importante.
Es más difícil mantener un flujo de conversación natural cuando se sufren interrupciones por fallos de señal, congelamiento de imagen o cortes de sonido.
Estas interrupciones técnicas añaden tensión a la entrevista, dificultando que el candidato se relaje y se muestre tal como es.
A esto se suma que muchos entrevistadores no han recibido formación específica sobre la plataforma que están utilizando, lo que puede incrementar los problemas técnicos.
El Mayor Riesgo: La Pérdida de Profundidad en la Evaluación
El mayor peligro de los problemas técnicos y la falta de fluidez es su impacto en el propio entrevistador.
Los estudios indican que, debido a estas interrupciones, los entrevistadores tienden a refugiarse en preguntas más estructuradas y superficiales.
El riesgo real es que se reduce significativamente la inclinación a "sondear" o "cavar" en las respuestas del candidato.
Sin este sondeo, se pierde la capacidad de recolectar evidencia de calidad sobre las competencias del candidato, anulando el propósito de la metodología de entrevista.
Conclusión: Los Fundamentos Permanecen Inalterados
La entrevista virtual no cambia los principios fundamentales de una buena selección.
Una mala preparación o una técnica de entrevista deficiente llevarán a una mala contratación, independientemente de si el medio es físico o digital.
Por lo tanto, el entrevistador debe ser consciente de los desafíos del video y adaptar conscientemente su enfoque.
Es imperativo mantener la disciplina, planificar la adaptación al medio y, sobre todo, no sacrificar el sondeo y la profundización (el "embudo de preguntas") solo por las dificultades que impone la plataforma.
Resumen
La entrevista por video se ha consolidado como estándar tras la pandemia. Sus claras ventajas son la reducción de costos y un significativo ahorro de tiempo, acelerando el reclutamiento.
El entorno virtual presenta desafíos únicos. Puede afectar la conexión emocional e introducir nuevos sesgos en la percepción de la personalidad. La fiabilidad técnica también es un obstáculo que añade tensión.
El mayor riesgo es que los fallos técnicos llevan al entrevistador a usar preguntas más superficiales. Se pierde la inclinación a "sondear", anulando la recolección de evidencia.
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