El Conflicto de Percepción: la realidad subjetiva
La subjetividad de la realidad y el origen de los malentendidos
El Conflicto de Percepción es una de las fuentes más comunes de disputa, ya que el problema no es lo que sucede, sino cómo se interpreta un mismo evento.
Dos personas pueden presenciar la misma situación, pero la interpretarán de manera completamente diferente, basándose en su propia realidad subjetiva, sus experiencias pasadas y sus prejuicios.
Un comentario que para una persona fue neutro, para otra pudo ser profundamente ofensivo.
De igual manera, una decisión que uno entiende como una estrategia empresarial, el otro podría vivirla como una traición.
La mayoría de los conflictos, de hecho, se originan por malentendidos, donde nuestra mente le atribuye un significado a los comportamientos de los demás sin confirmar sus intenciones reales.
Las causas principales de un conflicto de percepción incluyen la falta de información, la comunicación ambigua, los juicios apresurados y los prejuicios que ya existen en la mente de las personas.
Además, si una persona está estresada, es más probable que interprete un comentario inocente como un ataque personal, lo que agrava la situación.
Para prevenir que el conflicto escale, es fundamental reconocer que no podemos leer la mente de los demás, y que nuestras suposiciones, aunque a veces sean correctas, también pueden estar sesgadas o ser completamente erróneas.
Estrategias de resolución: preguntar, aclarar y verificar
La clave para resolver un conflicto de percepción no es debatir quién tiene la razón, sino aclarar los hechos y buscar la verdad detrás de las interpretaciones.
Para lograrlo, es fundamental seguir un proceso de tres pasos:
Observar el comportamiento objetivamente: En lugar de centrarte en lo que piensas, sientes u opinas, enfócate en los hechos y datos concretos del comportamiento de la otra persona.
Desafiar tu propia interpretación: Reconoce tu interpretación de la situación y pregúntate si podría haber otras formas de ver lo que sucedió.
Preguntar para entender: En lugar de asumir, haz preguntas abiertas con un espíritu de exploración y curiosidad, con la intención genuina de entender la perspectiva del otro.
Al hacer preguntas, le pides a la otra persona que clarifique su comportamiento y explique sus intenciones, lo que puede eliminar el malentendido en su origen.
Este tipo de diálogo es más constructivo y te permite lidiar con el problema real y no con tu percepción del problema.
Para evitar que el conflicto se agrave, puedes usar frases como: "Cuando me interrumpiste, interpreté que no valorabas mi opinión.
¿Crees que esto es correcto?".
Al separar el comportamiento de la interpretación, se crea una oportunidad para la comunicación y la resolución.
En la mayoría de los casos, los conflictos se resuelven al aclarar malentendidos, permitiendo a ambas partes ver la situación desde una perspectiva más objetiva y colaborativa.
Resumen
El Conflicto de Percepción es una de las disputas más comunes, ya que el problema no es lo que sucede, sino cómo cada persona
interpreta el mismo evento de manera diferente, basándose en su propia realidad subjetiva.
Un comentario neutro para uno puede ser ofensivo para otro. La mayoría de los conflictos, de hecho, se originan por estos malentendidos, donde atribuimos intenciones a los demás sin molestarnos en confirmarlas.
La clave para resolverlo no es debatir quién tiene la razón, sino
aclarar los hechos. Implica observar el comportamiento objetivamente, desafiar tu propia interpretación y, lo más importante, preguntar al otro para entender su perspectiva.
el conflicto de percepcion la realidad subjetiva