El Lenguaje y la Respuesta de Lucha o Huida
Las palabras no son solo vehículos de información; son catalizadores emocionales que pueden desencadenar una respuesta de lucha o huida en el cerebro.
Esta reacción es un mecanismo de defensa instintivo ligado a la percepción de amenaza y peligro.
El cerebro procesa el lenguaje basándose en experiencias pasadas, creencias y asociaciones, lo que puede provocar reacciones emocionales intensas.
El lenguaje utilizado en un conflicto adquiere una importancia crítica, ya que la confianza y la percepción de amenaza se vuelven factores clave.
Por ejemplo, la palabra "pero" puede anular la contribución de otra persona, haciendo que su cerebro la interprete como un ataque.
Al decir "Estoy de acuerdo con tu solución, pero la mía es mejor", invalidas la idea del otro, lo que genera una respuesta defensiva.
En su lugar, el uso de la palabra "y" construye sobre la idea de la otra persona, comunicando que ha sido escuchada y fomentando la colaboración.
El lenguaje que genera una percepción de amenaza interrumpe el diálogo y fomenta la confrontación.
La clave para gestionar esta dinámica es ser consciente de las palabras que se utilizan y de cómo el cerebro de la otra persona las procesa.
Al elegir un lenguaje que fomente la colaboración en lugar de la confrontación, se puede construir o destruir una relación.
Resumen
Las palabras son catalizadores emocionales
el lenguaje y la respuesta de lucha o huida