Rasgos Centrales y Periféricos en la Percepción (Asch)
En el proceso de formación de impresiones, no todos los rasgos de personalidad que observamos en una persona tienen el mismo peso o influencia.
Solomon Asch, un influyente psicólogo social, demostró que ciertos rasgos, denominados "rasgos centrales", tienen un impacto desproporcionado en la impresión global que nos formamos de alguien, mientras que otros, los "rasgos periféricos", tienen una influencia menor.
El Experimento Clásico de Asch
Asch realizó experimentos en los que presentaba a los participantes listas de adjetivos que describían a una persona hipotética y luego les pedía que se formaran una impresión de ella.
En una de sus manipulaciones clave, variaba solo un adjetivo en la lista.
Por ejemplo, a un grupo se le presentaba una lista que incluía la palabra "cálido" (warm), mientras que a otro grupo se le presentaba la misma lista pero con la palabra "frío" (cold) en su lugar.
Los resultados mostraron que este único cambio tenía un impacto drástico en la impresión general.
La persona descrita como "cálida" era percibida mucho más positivamente en otros aspectos (como generosa, feliz, sociable) que la persona descrita como "fría", aunque el resto de los adjetivos de la lista fueran idénticos.
Identificación de Rasgos Centrales
Este experimento llevó a Asch a concluir que ciertos rasgos, como "cálido" y "frío", actúan como rasgos centrales.
Estos rasgos no solo influyen en la percepción de otras cualidades, sino que también pueden organizar y dar coherencia a la impresión general.
No todos los rasgos tienen esta cualidad central. Por ejemplo, cuando Asch sustituyó "cálido/frío" por "educado/maleducado" en sus listas, el impacto en la impresión global fue mucho menor, sugiriendo que "educado/maleducado" actuaban como rasgos periféricos en ese contexto.
La Naturaleza de los Rasgos Centrales
La centralidad de un rasgo no es una propiedad inherente al rasgo en sí mismo, sino que puede depender del contexto y de los otros rasgos con los que se presenta.
Un rasgo es central si está fuertemente asociado con muchos otros rasgos y, por lo tanto, tiene un gran poder predictivo (o al menos percibido) sobre la personalidad general.
La dimensión "cálido-frío" parece ser particularmente fundamental en la percepción social, ya que se relaciona con la evaluación básica de si una persona es amigable y bienintencionada (cálida) o distante y potencialmente amenazante (fría).
Implicaciones para la Formación de Impresiones
El trabajo de Asch sobre rasgos centrales y periféricos subraya que nuestras impresiones sobre los demás no son simplemente una suma de sus características individuales.
Más bien, integramos la información de una manera gestáltica, donde ciertos rasgos clave pueden transformar y organizar nuestra percepción de la persona en su conjunto.
Esto tiene implicaciones importantes para cómo nos presentamos a los demás y cómo interpretamos la información que recibimos sobre ellos.
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