El Vínculo Actitud-Comportamiento: Factores de Influencia
Una de las preguntas fundamentales en el estudio de las actitudes es hasta qué punto predicen el comportamiento real.
Aunque intuitivamente esperamos que nuestras actitudes guíen nuestras acciones, la investigación ha demostrado que la relación entre ambas no siempre es directa o fuerte, y está influenciada por diversos factores.
La Consistencia Actitud-Comportamiento: Un Vínculo No Siempre Fuerte
Estudios clásicos, como el de LaPiere en la década de 1930, ya pusieron de manifiesto las posibles discrepancias entre las actitudes expresadas y el comportamiento observado.
LaPiere viajó por Estados Unidos con una pareja china y, a pesar del fuerte prejuicio anti-chino de la época, solo les negaron el servicio en un establecimiento de más de 250 visitados.
Sin embargo, cuando posteriormente escribió a esos mismos establecimientos preguntando si aceptarían clientes chinos, el 90% respondió que no.
Este estudio, aunque con limitaciones metodológicas, ilustró que las actitudes declaradas no siempre se traducen en comportamientos consistentes.
Factores que Aumentan la Consistencia
La fuerza de la relación actitud-comportamiento depende de varios factores:
- Fuerza de la Actitud: Las actitudes fuertes, es decir, aquellas que son importantes para la persona, bien fundamentadas, formadas a través de la experiencia directa y fácilmente accesibles a la mente, son más propensas a predecir el comportamiento.
- Especificidad: La consistencia es mayor cuando la actitud medida es específica hacia el comportamiento en cuestión, en lugar de ser una actitud general. Por ejemplo, la actitud específica hacia "usar el cinturón de seguridad en los próximos dos meses" predecirá mejor el comportamiento de usarlo que una actitud general hacia "la seguridad vial".
- Conciencia de Sí Mismo (Self-Awareness): Cuando las personas están más conscientes de sí mismas y de sus propias actitudes (por ejemplo, al mirarse en un espejo), es más probable que actúen de manera coherente con ellas.
- Presión Situacional y Normas Sociales: Las normas sociales y las presiones situacionales pueden influir fuertemente en el comportamiento, a veces llevando a las personas a actuar en contra de sus actitudes personales. Si la situación ejerce una fuerte presión para comportarse de una determinada manera, la influencia de la actitud individual puede disminuir.
Modelos Teóricos del Vínculo
Comprender cuándo y cómo las actitudes influyen en el comportamiento es crucial para la psicología social, ya que muchas intervenciones sociales se basan en la idea de que cambiar las actitudes puede llevar a cambios en el comportamiento.
Modelos teóricos posteriores, como la Teoría de la Acción Razonada y la Teoría de la Acción Planificada, han intentado explicar de manera más precisa los factores que median esta relación.
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