Principio 2: paciencia
El segundo principio del Mindfulness es la paciencia
En nuestra cultura de la inmediatez, la paciencia es una cualidad a menudo infravalorada. Sin embargo, es esencial para nuestro bienestar y para cualquier proceso de crecimiento.
La paciencia, en el contexto del Mindfulness, implica entender y aceptar que las cosas tienen su propio ritmo natural de desarrollo.
No podemos forzar el crecimiento de una planta, y tampoco podemos forzar nuestro propio cambio.
La paciencia está estrechamente relacionada con la tolerancia a la frustración
Implica ser capaces de permanecer con la incomodidad y la incertidumbre sin reaccionar impulsivamente.
La práctica del Mindfulness nos enseña a desarrollar esta paciencia a través de la auto-observación.
Al sentarnos a meditar, observamos cómo nuestra mente salta de un pensamiento a otro.
En lugar de frustrarnos, practicamos la paciencia, devolviendo amablemente nuestra atención, una y otra vez, a la respiración.
Este entrenamiento en paciencia con nosotros mismos se transfiere a nuestra vida diaria. Aprendemos a respetar nuestros propios procesos de cambio y aprendizaje.
Entendemos que la gestión emocional no se consigue de un día para otro, sino que es un camino que requiere tiempo y práctica constante.
La paciencia nos permite ser más amables con nosotros mismos cuando fallamos. Y nos da la perseverancia necesaria para seguir adelante en nuestro camino de desarrollo personal, confiando en que, con el tiempo y la práctica, los frutos llegarán.
Resumen
El segundo principio del Mindfulness es la paciencia, una cualidad esencial para el crecim
principio 2 paciencia