Plan de acción para trabajar los derechos asertivos
Elegir un derecho a mejorar (ej. 'decir no sin sentir culpa')
Una vez identificados los derechos asertivos que nos cuestan, podemos actuar. Podemos crear un plan de acción progresivo.
El primer paso es elegir uno solo para no abrumarnos. Por ejemplo, el 'derecho a decir no sin sentir culpa'.
Establecer un plan de acción para trabajarlo en situaciones no conflictivas
El segundo paso es establecer un plan concreto para trabajarlo, empezando por situaciones de bajo riesgo.
No empezaremos diciendo 'no' a nuestro jefe, sino a un amigo que nos propone un plan que no nos apetece.
El método progresivo: consolidar un derecho y pasar al siguiente
La clave es practicar este derecho de forma repetida, durante semanas o un mes, para ir ganando comodidad.
Una vez que sintamos que hemos consolidado ese derecho, podemos pasar al siguiente de nuestra lista.
La importancia de la práctica continua y la autoevaluación
Por ejemplo, el 'derecho a cometer errores'. Cuando cometamos uno, lo reconoceremos abiertamente sin castigarnos.
Este método progresivo es muy eficaz, permitiéndonos ganar confianza poco a poco e incorporar todos los derechos a nuestro repertorio conductual.
Resumen
Una vez identificados los derechos asertivos que nos cuesta ejercer, el primer paso es elegir uno solo para trabajar, como el derecho a decir 'no' sin culpa. Esto evita la sobrecarga emocional.
Luego, es importante crear un plan progresivo, comenzando por situaciones de poco riesgo. La práctica repetida en contextos seguros fortalece nuestra confianza para luego afrontar situaciones más desafiantes.
Finalmente, este proceso requiere práctica constante y autoevaluación. Consolidar un derecho antes de avanzar al siguiente permite incorporar gradualmente todos los derechos asertivos, mejorando nuestra comunicación y autoestima.
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