Consejos para mejorar la tolerancia a la frustración
Plantear objetivos a largo plazo y evitar el cortoplacismo
Existen varias estrategias para mejorar nuestra tolerancia a la frustración.
La primera es intentar plantearse objetivos a largo plazo y evitar el pensamiento cortoplacista.
No debemos centrarnos solo en lo que nos apetece en cada momento.
Aprender a resolver los propios problemas sin buscar ayuda inmediata
En segundo lugar, debemos intentar resolver nuestros propios problemas antes de buscar ayuda de forma inmediata.
Aprender a desarrollar habilidades para la resolución de problemas no solo mejora nuestra tolerancia a la frustración, sino que también trabaja nuestra resiliencia.
Implicarse en tareas que disciplinan la mente (ajedrez, deporte)
Tercero, es aconsejable implicarse en tareas y actividades que nos disciplinen.
Actividades que requieran esfuerzo sostenido y concentración, como jugar al ajedrez, aprender un instrumento o practicar un deporte, son excelentes para entrenar la mente.
Aplicar la tolerancia a la frustración a las propias actividades del curso
Finalmente, una forma de practicar es aplicar esta tolerancia a las propias actividades de este curso.
A veces no veremos el beneficio inmediato de un ejercicio, pero la persistencia nos llevará a resultados valiosos.
Resumen
Para mejorar la tolerancia a la frustración, es clave plantear objetivos a largo plazo y evitar
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