Planificación De La Dieta Para Diabéticos
La dieta para personas con diabetes debe incluir una gran variedad de alimentos ricos en nutrientes y bajos en calorías, servidos en cantidades moderadas y en horarios regulares. Las mejores opciones de alimentos con esas características incluyen vegetales, frutas, pescados, carnes magras, huevos, productos lácteos descremados y granos enteros. Además, en cada comida se debe tener en cuenta el contenido calórico necesario para prevenir los niveles altos de glucosa en sangre.
Una dieta saludable ayudará al diabético a controlar mejor sus niveles de glucosa y colesterol en sangre y contribuirá a la obtención y mantenimiento de un peso corporal apropiado. Todo ello impedirá o retardará la aparición de complicaciones provocadas por la diabetes, e incluso, podrá prevenir otras enfermedades o trastornos, ayudándole a mejorar su salud y su calidad de vida.
Objetivos de la dieta para personas diabéticas
Garantizar los aportes de energía, nutrientes, agua, fibra dietética y sustancias bioactivas demandadas, en correspondencia con la edad, el sexo, la talla, y el estado de salud del individuo. Conseguir que los niveles de glucosa (azúcar) en sangre se comporten lo más normal posible.
Prevenir las cantidades excesivas de glucosa en sangre (hiperglucemias). Prevenir el descenso de la glucosa en sangre por debajo de su límite más bajo (hipoglucemias). Mantener los niveles adecuados de colesterol y triglicéridos en sangre.
Contribuir al mantenimiento del peso corporal adecuado. Contribuir con la prevención y el tratamiento de las complicaciones de la diabetes a largo plazo, como la nefropatia diabética, la cardiopatia isquémica y la retinopatia diabética, entre otras.
Recomendaciones generales para confeccionar la dieta
Adaptar el aporte calórico a las necesidades energéticas diarias. Se calculan teniendo en cuenta la edad, el sexo, la talla y el nivel de actividad física.
Garantizar el aporte requerido de carbohidratos, sin provocar el incremento repentino de los niveles de azúcar. Para ello debemos seleccionar aquellos que requieran una digestión más prolongada, con una absorción más lenta y por lo tanto produzcan menores oscilaciones glucémicas. De manera general, los alimentos que reúnen esos requisitos son los ricos en hidratos de carbono complejo.
Reducir el consumo de grasa total, evitando el empleo de las grasas saturadas (carnes grasas, grasas de cerdo, aceite de coco, aceite de palma, mantequilla, mayonesa y margarina.
Fomentar el consumo moderado de aceite de oliva, como grasa culinaria. Para conseguir los aportes necesarios de vitaminas y minerales, la dieta debe contener gran variedad de alimentos de los diferentes grupos, preferiblemente frescos y poco procesados, como frutas frescas, cereales integrales, granos enteros de leguminosas, verduras crudas o al vapor, leches y productos lácteos descremados naturales, pescados, huevos y carnes magras.
Reducir las ingestas de alimentos que contengan edulcorantes calóricos (azúcar, jarabe de maíz, etc.), ya que producen mayor subida de glucosa en sangre que los hidratos de carbono complejo. Se pueden endulzar los alimentos utilizando edulcorantes de origen artificial que no aportan energía como la sacarina, el aspartamo y el acesulfamo de potasio.
Ajustar la cantidad y el tipo de hidratos de carbono y su reparto a lo largo del día, en función del resto del tratamiento: pastillas, insulina, etc. Para ello se recomienda la planificación de tres comidas principales y tres comidas complementarias o bocadillos entre las comidas principales.
Incrementar el consumo de alimentos que contengan fibra dietética. Por ejemplo: verduras y hortalizas, cereales integrales, leguminosas enteras, algunas frutas como manzanas, peras, durazno, fresas y guayabas.
Conocer la frecuencia de ingesta recomendadas de los diferentes grupos de alimentos. Añadir poca sal a los alimentos. El exceso de sal en la dieta puede incrementar en algunos individuos la tensión arterial, trastorno asociado también a la diabetes.
¿Cómo se pueden mantener los niveles adecuados de glucosa durante todo el día?
Planificar 6 comidas durante el día: desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y post-cena. Establecer horarios regulares para cada una de las comidas. No distanciar una comida de otra más de 3 horas. No saltar comidas, ni simplificarlas o sustituirlas por comidas rápidas o bocadillos.
Realizar regularmente un mismo nivel de actividad física, adecuado a sus posibilidades, y en un mismo horario todos los días. Tome sus medicamentos aproximadamente a la misma hora diariamente.
Recomendaciones para la inclusión de los distintos tipos de alimentos en los menús diarios.
- Verduras: se deben incluir por lo menos dos veces al día, incluyendo al menos una en forma fresca.
- Frutas: se deben incluir entre tres y cuatro veces al día. Se recomiendan las manzanas, peras, duraznos, fresas y guayabas, por sus altos contenidos de fibra y contenido bajo de azúcar. Se deben ingerir frescas.
- Cereales: se deben incluir entre tres y cuatro raciones diarias de cereales, preferentemente integrales (pan, arroz, galletas y pastas alimenticias integrales).
- Lácteos: se deben consumir alrededor de medio litro de leche diario semidesnatada o desnatada distribuido en dos o tres comidas a lo largo del día. Puede en su lugar elegir yogur natural desnatado, o 125 gramos de queso fresco poco curado.
- Carnes: de deben incluir en la dieta entre tres y cuatro raciones semanales. Se recomiendan las carnes de aves (pollo o pavo), conejo, piezas magras de lomo, solomillo o jamón sin grasa de vaca, ternera o cerdo. No se recomienda comer carne roja, más de cuatro veces al mes.
- Pescado: se recomienda programar más comidas de pescado que de carnes, se pueden elegir los pescados blancos y los azules, siendo conveniente tomar por lo menos dos o tres veces a la semana pescados azules (salmón, atún o sardinas).
- Huevos: se recomienda consumir alrededor de cuatro unidades a la semana. Si tiene el índice de colesterol elevado, no debe ingerir más de tres yemas semanales.
- Aceites: se debe consumir el aceite de oliva, en cantidades moderadas. En su lugar se recomienda el aceite de girasol, soja o maíz.
- Edulcorantes: si necesita una dieta hipocalórica se recomienda endulzar utilizando aspartamo o sacarina ya que no aportan calorías.
- Bebidas: la bebida ideal es el agua. Se recomiendan entre 2 y 2,5 litros diarios. En su lugar puede tomar, infusiones y refrescos sin calorías. Evite el consumo de bebidas alcohólicas, en caso de hacerlo, debe ser de manera muy ocasional, moderada y acompañada siempre de algún alimento.
Recomendaciones para la distribución de los alimentos a lo largo del día
Los alimentos deben planificarse para distribuirse en cinco o seis comidas diarias. Además de las comidas principales (desayuno, comida y cena), deben tomarse dos o tres bocadillos (a media mañana, media tarde y antes de acostarse) con el fin de impedir hipoglucemias. Estos bocadillos deben contener hidratos de carbono y deben tomarse en forma de fruta, lácteo (leche o yogur) o un pequeño bocadillo. Planificación del desayuno: El desayuno debe aportar la energía e hidratación imprescindible para iniciar el día. Un desayuno completo debe incluir:
- Un producto lácteo, preferiblemente leche desnatada, yogur desnatado o una pieza de requesón.
- Un cereal, preferiblemente integral. Se pueden incluir cereales para desayuno no azucarados, pan integral con aceite de oliva virgen, tostadas y biscotes integrales, entre otros.
- Una fruta fresca.
- Se debe brindar siempre agua.
En el desayuno se pueden incluir también vegetales y hortalizas. Por ejemplo, el pan puede prepararse con tomate y aceite de
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