La osteoporosis
La osteoporosis es una afección médica que afecta la densidad y la calidad de los huesos, y es un problema de salud que puede ser especialmente relevante en las personas mayores. En esta sesión, exploraremos en detalle la osteoporosis en la tercera edad, sus causas, riesgos, cómo se puede prevenir y tratar, así como su impacto en la calidad de vida.
Causas de la Osteoporosis en la Tercera Edad
Envejecimiento: El envejecimiento natural del cuerpo a lo largo de los años conduce a una disminución en la densidad ósea.
Factores Genéticos: La predisposición genética juega un papel importante en la susceptibilidad a la osteoporosis, y las personas mayores con antecedentes familiares tienen un mayor riesgo.
Hormonas: La disminución de las hormonas sexuales en la menopausia (en el caso de las mujeres) y la reducción de la producción de testosterona (en el caso de los hombres) pueden contribuir a la pérdida ósea.
Estilo de Vida: Factores de estilo de vida, como la falta de actividad física, una dieta deficiente en calcio y vitamina D, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, pueden aumentar el riesgo de osteoporosis.
Riesgos Asociados con la Osteoporosis en Ancianos
Fracturas Óseas: La osteoporosis debilita los huesos, lo que aumenta significativamente el riesgo de fracturas, especialmente en la cadera, la columna vertebral y la muñeca.
Dolor y Discapacidad: Las fracturas y la pérdida ósea pueden causar dolor crónico y discapacidad funcional, lo que afecta la calidad de vida en la tercera edad.
Reducción de la Estatura: La pérdida de altura debido a fracturas vertebrales puede ser una consecuencia de la osteoporosis.
Limitación de la Movilidad: Las fracturas pueden limitar la capacidad de movimiento de las personas mayores y aumentar la dependencia.
Prevención de la Osteoporosis en la Tercera Edad
Dieta Saludable: Una alimentación equilibrada rica en calcio y vitamina D es fundamental para mantener la salud ósea. Los productos lácteos, las verduras de hojas verdes y los alimentos fortificados son fuentes adecuadas.
Actividad Física: El ejercicio regular, incluyendo el entrenamiento de resistencia y el entrenamiento de equilibrio, puede ayudar a fortalecer los huesos y prevenir la pérdida de densidad ósea.
Evitar el Tabaco y el Alcohol: El tabaco y el consumo excesivo de alcoho
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