Dieta cetogénica estándar (SKD)
La dieta cetogénica estándar, comúnmente conocida como SKD (por sus siglas en inglés, Standard Ketogenic Diet), es una de las variantes más populares y ampliamente utilizadas de la dieta cetogénica. Es un enfoque nutricional que se basa en una ingesta alta de grasas saludables, una ingesta moderada de proteínas y una restricción significativa de carbohidratos.
En esta sesión, exploraremos en detalle qué es la dieta cetogénica estándar, cómo se lleva a cabo y cuáles son sus beneficios y consideraciones.
Principios fundamentales de la dieta cetogénica estándar
La SKD se fundamenta en la reducción drástica de la ingesta de carbohidratos para inducir el estado de cetosis. Al limitar la disponibilidad de carbohidratos, el cuerpo se ve obligado a recurrir a las reservas de grasa como fuente principal de energía. Durante este proceso, el hígado produce cetonas, que son moléculas de energía derivadas de las grasas. La cetosis es el estado metabólico clave que se busca alcanzar en la SKD.
En la SKD, la proporción de macronutrientes suele ser aproximadamente 70-75% de grasas, 20-25% de proteínas y menos del 5% de carbohidratos. Esta relación asegura que la ingesta de carbohidratos sea lo suficientemente baja como para mantener la cetosis, mientras que las grasas y proteínas proporcionan la energía necesaria y protegen la masa muscular.
Alimentos permitidos en la dieta cetogénica estándar
La SKD se enfoca en alimentos ricos en grasas saludables, como aguacates, aceite de coco, aceite de oliva, frutos secos y semillas, mantequilla y grasas de origen animal. También se incluyen proteínas de alta calidad, como carnes magras, pescados y mariscos, huevos y productos lácteos bajos en carbohidratos. Las verduras no almidonadas, como espinacas, brócoli y coliflor, son una parte esencial de la SKD debido a su bajo contenido de carbohidratos.
Beneficios de la dieta cetogénica estándar
La SKD ha demostrado diversos beneficios para la salud y el bienestar. Uno de los beneficios más destacados es la pérdida de peso, ya que el cuerpo utiliza las grasas almacenadas como fuente de energía, lo que resulta en una reducción del tejido adiposo.
Además, la cetosis puede mejorar la sensibilidad a la insulina y los niveles de azúcar en sangre, lo que es beneficioso para personas con diabetes tipo 2 o resistencia a la insulina. Además, algunos estudios sugieren que la dieta cetogénica puede tener efectos positivos en la función cerebral y el rendimiento cognitivo.
Consideraciones y precauciones
Aunque la SKD puede ser efectiva para muchas personas, no es adecuada para todos. Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios temporales, como fatiga, mareos o mal aliento (conocido como aliento cetónico).
Además, las personas con ciertas condiciones médicas, como enfermedades hepáticas o renales, deben evitar la dieta cetogénica sin supervisión médica. También es importante asegurarse de mantener una ingesta adecuada de vitaminas y minerales a través de una variedad de alimentos permitidos en la SKD.
Estableciendo un plan de alimentación cetogénica
Para seguir con éxito la SKD, es importante planificar cuidadosamente las comidas y las opciones de alimentos. Es útil llevar un registro de la ingesta de macronutrientes y utilizar aplicaciones o herramientas en línea para calcular y monitorear la ingesta de carbohidratos, proteínas y grasas. Esto asegurará que te mantengas dentro del rango adecuado para alcanzar y mantener la cetosis.
Mantenerse bien hidratado es esencial en la dieta cetogénica. Dado que la SKD puede tener un efecto diurético, es fácil perder líquidos y electrolitos. Beber suficiente agua y consumir alimentos ricos en potasio, magnesio y sodio puede ayudar a mantener un equilibrio adecuado de electrolitos. Además, la actividad física regular es beneficiosa para optimizar los resultados de la SKD, mejorar la composición corporal y la resistencia, y mantener la salud en general.
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