Formación Académica y Complementaria
Datos relevantes
La sección de educación debe ser concisa y directa, proporcionando la credibilidad necesaria sin ocupar espacio excesivo.
Los datos esenciales a incluir son el nombre de la titulación, el centro de estudios o universidad, y las fechas de inicio y finalización.
Es una regla general omitir la educación secundaria o básica si ya se ha obtenido un título universitario o superior, ya que se entiende que los niveles anteriores han sido superados.
Por ejemplo, un Arquitecto con un Máster en Urbanismo debe listar su posgrado y su licenciatura, pero no necesita mencionar el instituto donde cursó el bachillerato, a menos que sea una institución de renombre excepcional que aporte una red de contactos valiosa.
La ubicación de esta sección puede variar: para un recién graduado sin experiencia, la educación debe ir al principio; para un profesional senior, debe relegarse al final del documento, ya que su experiencia laboral tiene mucho más peso.
Formación continua
En un mercado laboral en constante cambio, demostrar que se está actualizado es vital.
La inclusión de cursos recientes, seminarios, certificaciones y formación no reglada indica proactividad y pasión por la profesión.
No obstante, se debe aplicar un filtro de relevancia y actualidad: los cursos de corta duración realizados hace más de una década suelen perder su valor y pueden dar una imagen de obsolescencia si no se han renovado.
Un profesional del marketing que haya completado recientemente una certificación en "Analítica Predictiva" o un curso intensivo sobre nuevas plataformas publicitarias debe destacarlo, ya que demuestra adaptación a las nuevas tecnologías.
Incluso el autoaprendizaje estructurado, como completar una serie de cursos online masivos (MOOCs) sobre una materia específica, puede incluirse para demostrar la adquisición de nuevas competencias, siempre que sean pertinentes para el puesto objetivo.
Gestión de vacíos formativos
Para los perfiles junior o aquellos que están en proceso de cambiar de carrera, la falta de experiencia puede compensarse con una descripción más detallada de la formación.
Si se está cursando actualmente un estudio relevante, es crucial indicarlo poniendo la "fecha prevista de finalización", para mostrar que se está en camino de obtener la cualificación.
Si el candidato no tiene mucha experiencia laboral, puede desglosar asignaturas clave de su carrera que estén directamente relacionadas con el trabajo al que aspira, o mencionar proyectos académicos importantes, e incluso la nota media si esta es excepcionalmente alta (como un Cum Laude o mención honorífica).
Por ejemplo, un estudiante de Derecho que busca prácticas en un bufete mercantil puede listar las asignaturas de "Derecho de Sociedades" y "Fusiones" en las que ha destacado, supliendo así la falta de experiencia profesional con evidencia de competencia académica.
Resumen
La sección educativa debe ser concisa, incluyendo titulación, centro y fechas, y omitiendo niveles básicos si se tiene grado superior. Su ubicación en el documento varía según la experiencia laboral del candidato para optimizar la relevancia.
Incluir formación continua reciente y certificaciones demuestra proactividad y actualización constante ante el mercado. Sin embargo, se debe filtrar la relevancia, evitando cursos antiguos que puedan transmitir una imagen de obsolescencia profesional innecesaria.
Para perfiles junior o en transición, detallar asignaturas clave o proyectos académicos ayuda a compensar la falta de experiencia. Esto evidencia competencia técnica y potencial, convirtiendo la formación en un activo estratégico para la contratación.
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