Comportamientos ante el conflicto: pasivo, agresivo y asertivo
El respeto actúa como el "pegamento social" que nos da la confianza para interactuar con otras personas y construir relaciones exitosas.
Cuando se rompe este equilibrio de respeto, pueden manifestarse tres tipos de comportamientos ante el conflicto: pasivo, agresivo y asertivo.
Estos estilos se pueden visualizar en un gráfico con dos ejes: la preocupación por uno mismo y la preocupación por los demás.
Comportamiento pasivo
Este estilo se caracteriza por una alta preocupación por los demás y una baja preocupación por uno mismo.
Las personas con un comportamiento pasivo tienden a subordinar sus propias necesidades, opiniones y derechos legítimos a los de los demás.
A menudo se muestran indecisas para expresar su punto de vista o pedir ayuda, y su principal objetivo es evitar ser lastimadas.
Esta falta de asertividad a menudo lleva a un conflicto interno y a que sus preocupaciones sean ignoradas, lo que las deja con una sensación de resentimiento y desempoderamiento.
Comportamiento agresivo
En el extremo opuesto, el comportamiento agresivo muestra una alta preocupación por uno mismo y una baja preocupación por los demás.
Este estilo busca ganar a toda costa, incluso si es a expensas de los demás, y puede manifestarse a través de la intimidación, el acoso o el abuso verbal.
Las personas agresivas no tienen miedo de expresar sus opiniones de forma contundente, pero les resulta difícil pedir ayuda.
Este enfoque demanda lo que quiere y a menudo recurre a la culpa si no lo consigue, lo que puede escalar rápidamente un conflicto y dañar gravemente las relaciones laborales.
Comportamiento asertivo
El comportamiento asertivo representa el equilibrio ideal, donde se muestra una preocupación equilibrada por uno mismo y por los demás.
Este estilo se centra en lo que es justo y correcto para todas las partes, con el objetivo de lograr resultados mutuamente beneficiosos.
Las personas asertivas no temen pedir ayuda o dar su opinión, pero lo hacen de forma respetuosa y considerada.
Reconocen sus propios derechos y necesidades, al tiempo que valoran y respetan los de los demás.
Este enfoque fomenta la colaboración y es la mejor manera de prevenir la escalada de conflictos, ya que promueve la búsqueda de soluciones equitativas que satisfagan a ambas partes.
Ser asertivo es la forma más efectiva de resolver conflictos y, si una confrontación se intensifica, es el mejor punto de partida para desescalarla y buscar una solución justa.
Resumen
El respeto es el "pegamento social" que mantiene el equilibrio en las relaciones. Cuando este se rompe, surgen tres comportamientos: pasivo, con alta preocupación por los demás; agresivo, con alta preocupación por uno mismo; y asertivo.
El comportamiento pasivo subordina las propias necesidades para evitar ser lastimado, lo que genera un conflicto interno y resentimiento. El comportamiento agresivo busca ganar a toda costa, dañando gravemente las relaciones laborales.
El comportamiento asertivo es el equilibrio ideal, con una preocupación balanceada por uno mismo y por los demás. Este enfoque fomenta la colaboración y es la mejor manera de prevenir la escalada de conflictos.
comportamientos ante el conflicto pasivo agresivo y asertivo