Miedo a Herir a Otros
El miedo a ofender o herir a los demás es una barrera común para la asertividad, que a menudo surge al tener que decir "no" o establecer límites.
La mayoría de las personas, por su deseo de agradar, se preocupan más por no dañar la relación que por defender sus propios derechos y necesidades, lo que las lleva a la pasividad y al resentimiento.
Consecuencias de la pasividad
Cuando una persona no es capaz de decir "no", se pone a sí misma en una posición de vulnerabilidad, permitiendo que otros se aprovechen de su buena voluntad.
Esta pasividad genera resentimiento y una sensación de que no se tiene control sobre la propia vida.
Además, la falta de consistencia al establecer límites, donde un día se dice "no" y al siguiente se cede, confunde a la otra persona, que seguirá pidiendo favores, lo cual hace que la situación se vuelva agotadora.
Estrategias para establecer límites
Para superar este miedo, es importante seguir una serie de estrategias.
La primera es reconocer que decir "no" nunca será una experiencia totalmente placentera, pero es una parte necesaria del camino para ser más asertivo.
La segunda es pensar en cómo queremos que nos vean los demás: como complacientes o como personas seguras y fuertes.
La tercera es escribir una lista de los propios límites, especificando lo que se está dispuesto a hacer y lo que no, para tener claro lo que se va a decir en el momento de la verdad.
Finalmente, se debe empezar con pequeños pasos.
La primera vez que se intente decir "no" puede generar culpa, pero es vital perdonarse a sí mismo y seguir intentándolo, ya que con el tiempo, la consistencia fortalecerá los límites y la otra persona aprenderá a respetarlos.
Resumen
El mi
miedo a herir a otros