El Miedo a ser Desafiado
El miedo a ser desafiado es una creencia limitante que impide que muchas personas expresen sus opiniones.
Este temor puede surgir de experiencias pasadas en las que una persona poderosa o agresiva cuestionó sus ideas, lo que hizo que perdieran la confianza en su capacidad para defenderse.
Sin embargo, la asertividad no se trata de imponer un punto de vista, sino de defenderlo de forma respetuosa.
Estrategias para enfrentar el miedo al desafío
Para superar este miedo, es útil ver la asertividad como una escala del 1 al 10, donde no se puede pasar de un extremo a otro de la noche a la mañana.
El proceso debe ser gradual, comenzando con objetivos pequeños y aumentando el nivel de dificultad con el tiempo.
Se debe empezar practicando con personas que se sabe que son más fáciles de manejar, para ganar confianza antes de enfrentarse a personas más asertivas o agresivas.
Es crucial, sin embargo, saber cuándo un desafío es válido y cuándo es mejor dejar la situación.
Por ejemplo, en situaciones de acoso o violencia, la asertividad no es la mejor opción; lo más adecuado es buscar el apoyo de Recursos Humanos o de las autoridades.
La aceptación como herramienta de asertividad
Una de las estrategias más importantes para superar el miedo a ser desafiado es aceptar que todos tienen derecho a su propia opinión.
La asertividad no busca convertir a la otra persona a nuestra forma de pensar, sino que busca el respeto mutuo.
Al aceptar que la otra persona puede tener un punto de vista diferente, se elimina la necesidad de ganar el debate, lo que reduce la presión y nos permite defender nuestra posición con más confianza.
Resumen
El miedo a ser
el miedo a ser desafiado