Visión General del Proceso de Coaching Ágil
El Agile Coaching, aunque flexible y adaptativo, no es un proceso improvisado.
Sigue una estructura general que proporciona un marco para guiar las intervenciones, ya sea a nivel de toda la empresa, de un equipo específico o de un individuo.
Esta estructura no es una metodología rígida paso a paso, sino más bien un framework guía que facilita la aplicación del conocimiento y las competencias del coach de manera contextualizada.
Entender esta visión general ayuda al coach a planificar sus intervenciones, establecer expectativas claras y navegar el proceso de transformación de manera más efectiva.
Aunque los detalles y la duración varían según el nivel de intervención, existen fases y consideraciones comunes que estructuran el viaje del coaching ágil.
Los Niveles de Intervención (Empresarial, Equipo, Individual)
El Agile Coaching puede aplicarse en tres niveles distintos, cada uno con su propio alcance, complejidad y duración típica:
Coaching Empresarial: Dirigido a la organización en su conjunto (a menudo más de 125 personas).
Se enfoca en la transformación cultural y estratégica, la alineación con la misión y visión, y la implementación de la agilidad a gran escala.
Suele involucrar a agentes de cambio internos y puede durar de 2 a 4 meses por etapa.
Coaching de Equipos: Centrado en un equipo específico (hasta unas 16 personas).
Busca mejorar las capacidades ágiles del equipo, sus procesos internos, la colaboración y la entrega de valor. La intervención es más directa y puede durar de 2 a 12 semanas por etapa.
Coaching Individual: Enfocado en una sola persona (coachee). Sirve como soporte a los niveles empresarial o de equipo, o para el desarrollo personal/profesional específico en el contexto ágil.
Las sesiones son más cortas y el proceso general puede durar de 1 a 8 semanas. Comprender el nivel de intervención es crucial para adaptar el enfoque y las herramientas del coaching.
Las Fases Comunes: Preparación, Ejecución, Cierre
Independientemente del nivel de intervención (empresarial, equipo o individual), el proceso de Agile Coaching generalmente sigue tres fases principales:
Preparación: Esta fase inicial se centra en entender el contexto y establecer las bases para el coaching.
Incluye identificar el propósito y las necesidades, definir objetivos claros y medibles, crear alianzas con los líderes o la persona involucrada, entrenar o sensibilizar sobre el proceso, establecer acuerdos y preparar el entorno para comenzar.
Ejecución: Es el corazón del proceso de coaching, donde se lleva a cabo la intervención activa.
Implica facilitar técnicas y herramientas ágiles, realizar sesiones de coaching (y mentoring, si aplica), medir el progreso y la adopción, fomentar la transparencia, dar retroalimentación, retirar impedimentos (o facilitar su eliminación) y desarrollar competencias.
Cierre: Esta fase final busca consolidar los logros y asegurar la sostenibilidad.
Se miden los resultados finales frente a los objetivos, se transparentan los hallazgos, se facilitan acuerdos para mantener el progreso, se definen los siguientes pasos (mejora, escalado) y se cierra formalmente el compromiso de coaching, agradeciendo la colaboración.
Resumen
El Agile Coaching, aunque flexible, no es un proceso improvisado. Sigue una estructura general que proporciona un marco para guiar las intervenciones.
El coaching puede aplicarse en tres niveles distintos: Empresarial, de Equipo e Individual. Cada nivel tiene su propio alcance, complejidad y duración típica.
Independientemente del nivel, el proceso generalmente sigue tres fases principales: Preparación (entender el contexto), Ejecución (intervención activa) y Cierre (consolidar logros).
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