Consideraciones Clave: Ética, Confianza y Métricas
Más allá de las fases y niveles del proceso de coaching, existen consideraciones transversales que son fundamentales para la práctica efectiva y ética del Agile Coaching.
Estas incluyen la integridad personal del coach, la comprensión del contexto organizacional en el que opera y el uso adecuado de métricas para guiar y evaluar el progreso.
La confianza es la base de la relación de coaching, y esta se construye sobre los valores y hábitos del coach.
La estructura de la organización influirá significativamente en cómo se puede aplicar la agilidad y el coaching.
Finalmente, las métricas, si se usan correctamente, proporcionan información valiosa, pero deben manejarse con cuidado para evitar efectos contraproducentes.
Compromisos, Valores y Hábitos del Coach
Un Agile Coach efectivo opera desde un marco ético y personal sólido.
Su compromiso principal es impulsar los objetivos del coachee o equipo, actuando como un invitado que comparte conocimientos y respeta el proceso de aprendizaje del otro, reconociendo que no lo sabe todo.
Los valores fundamentales que guían su actuación incluyen el respeto, el valor (coraje), la transparencia, la colaboración y la humildad.
Estos valores se manifiestan en hábitos clave como liderar con el ejemplo, mantener el equilibrio emocional y de trabajo, y definir un ritmo realista y sostenible.
Asimismo, implican cuidar el lenguaje verbal y no verbal, actuar como líder servidor y estar en un proceso continuo de aprendizaje sobre sí mismo.
La Importancia de la Estructura Organizacional
El contexto organizacional influye enormemente en la aplicación del coaching ágil.
Las estructuras burocráticas o funcionales tradicionales a menudo presentan desafíos como silos departamentales, jerarquías rígidas y lentitud en la toma de decisiones, contrastando con las características deseadas en las organizaciones ágiles.
Las organizaciones que adoptan Agile tienden a seguir principios como la Ley del Cliente (foco externo en el valor para el cliente) y la Ley del Equipo Pequeño (equipos autónomos, multifuncionales y colaborativos).
Además, implementan la Ley de la Red (comunicación transparente y fluida a través de la organización, a menudo facilitada por estructuras como Scrum de Scrums).
El coach debe comprender la estructura existente para adaptar su enfoque y ayudar a navegar las fricciones que puedan surgir durante la transición.
Medición del Progreso y Resultados
Las métricas son herramientas importantes en el coaching ágil, pero deben usarse con propósito y cautela.
Se pueden considerar dos niveles principales: desarrollo de las personas y nivel de adopción (cómo los individuos y equipos están creciendo en su mentalidad y aplicación de prácticas ágiles) y resultados organizacionales (el impacto tangible en el negocio, como rentabilidad o velocidad de entrega).
Ejemplos específicos incluyen medir la aplicación de la práctica, el Employee Net Promoter Score (eNPS), el desarrollo de competencias, la rentabilidad, la velocidad de entrega y la calidad (ej., porcentaje de defectos) .
Es crucial definir qué se busca medir y asegurar que las métricas se enfoquen en mejorar el trabajo y no en culpar a las personas, para evitar el fenómeno de "gaming metrics", donde se manipulan los datos para aparentar cumplir objetivos sin una mejora real.
Resumen
Existen consideraciones transversales fundamentales para la práctica efectiva del coaching. Estas incluyen la integridad del coach, el contexto organizacional y el uso de métricas.
Un coach efectivo opera desde un marco ético sólido, basado en valores como el respeto, la transparencia y la humildad. Lidera con el ejemplo.
Las métricas son importantes pero deben usarse con cautela. Deben enfocarse en mejorar el trabajo y no en culpar a las personas.
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