Clasificación, ubicación y reposición de existencias en el almacén
La organización del almacén u office de planta es un factor clave para la eficiencia del trabajo diario.
Un espacio bien ordenado no solo facilita la localización rápida de los productos, sino que también contribuye a la seguridad, al control del stock y a la correcta conservación de los materiales.
El objetivo es alcanzar un equilibrio: no tener demasiadas existencias, que elevan los costes de almacenaje, ni tan pocas que se corra el riesgo de quedarse sin ellas en un momento crucial.
Principios de Clasificación y Organización del Almacén
La clasificación de las existencias debe seguir unas normas básicas. Los productos deben estar organizados y colocados en un sitio visible para todo el personal.
Se deben clasificar los materiales en función de su utilidad y asignar un lugar fijo para cada producto para agilizar su localización.
Es muy recomendable delimitar las zonas y señalizar dónde se ubica cada familia de productos, pudiendo utilizarse códigos de colores para una identificación más rápida y visual.
Una norma de seguridad fundamental es que los productos de limpieza más peligrosos deben situarse en las zonas menos accesibles, como las estanterías más altas, para evitar accidentes.
Normas para la Ubicación Física de los Productos
La forma en que se colocan físicamente los productos es muy importante.
Las estanterías son la opción más común, y en ellas se pueden usar baldas para colocar los productos por secciones: una balda para las toallas de ducha, otra para las sábanas, otra para los productos de limpieza, etc.
Una regla de oro es no apilar nunca productos en las zonas de paso y retirar siempre cualquier objeto que pueda obstruir el camino para prevenir caídas y accidentes.
Para herramientas como escobas o fregonas, lo ideal es utilizar soportes en la pared que permitan colgar varios objetos con palo, manteniendo el suelo despejado y los útiles en buen estado.
Estrategias de Colocación y Proceso de Reposición
Para maximizar la eficiencia, se sigue una lógica de accesibilidad: los productos más utilizados deben ubicarse primero, en los lugares más a mano, mientras que los de uso menos frecuente pueden colocarse más atrás o en zonas menos accesibles.
El proceso de mantenimiento y reposición de estas existencias es una tarea continua.
El encargado de esta labor utiliza fichas de control para cada género, donde se anotan las existencias máximas y mínimas permitidas.
Este sistema permite controlar las desviaciones y garantizar que siempre se mantengan los stocks prefijados. Una parte crucial de la reposición es la gestión de la caducidad.
Todos los productos de limpieza llevan su fecha de caducidad, por lo que deben ordenarse siguiendo este criterio para dar salida primero a los más antiguos, evitando así que caduquen en el almacén y generen pérdidas económicas.
Resumen
La organización del almacén requiere clasificar los materiales por su utilidad y asignarles un lugar fijo. Se recomienda señalizar las zonas y ubicar los productos peligrosos en áreas menos accesibles.
Para la ubicación física, se usan estanterías para organizar los productos por secciones. Es fundamental no obstruir las zonas de paso y colgar herramientas como las escobas en la pared.
Los productos de mayor uso se ubican en los lugares más accesibles para maximizar la eficiencia. La reposición se gestiona con fichas de control y respetando las fechas de caducidad.
clasificacion ubicacion y reposicion de existencias en el almacen