Desescalada de situaciones de crisis
Las situaciones de crisis son momentos de extrema tensión tanto para niños con autismo como para sus cuidadores. Es fundamental tener estrategias efectivas para desescalar estas situaciones, proporcionando un ambiente seguro y calmado para el niño.
En esta sesión, exploraremos técnicas y enfoques específicos que pueden ser aplicados para manejar situaciones de crisis, fomentando la seguridad emocional y física del niño y creando un entorno propicio para la resolución positiva.
Comprender las Causas de las Crisis
El primer paso para desescalar una situación de crisis es entender las causas subyacentes. Para niños con autismo, estas causas pueden variar desde sobreestimulación sensorial hasta dificultades de comunicación o ansiedad. Observar y analizar los desencadenantes específicos de la crisis proporciona información crucial para implementar estrategias efectivas de desescalada.
Es natural sentirse abrumado durante una crisis, pero es esencial mantener la calma. Los niños son sensibles a las emociones de los adultos a su alrededor. Mantener un tono de voz tranquilo y un lenguaje corporal sereno puede ayudar a calmar al niño. Mantener la calma también permite tomar decisiones racionales y efectivas durante la crisis.
Crear un Ambiente Seguro y Tranquilo
Durante una crisis, es vital crear un ambiente seguro y tranquilo para el niño. Esto puede implicar eliminar estímulos sensoriales abrumadores, como luces brillantes o ruidos fuertes.
Asegurarse de que el niño tenga suficiente espacio personal y proporcionar objetos calmantes, como mantas ponderadas o juguetes sensoriales, puede ayudar a crear una sensación de seguridad y previsibilidad.
Utilizar la Comunicación Clara y Tranquila
La comunicación efectiva es esencial durante una crisis. Utilizar un lenguaje claro y simple puede ser útil, evitando el uso de palabras o frases que puedan aumentar la ansiedad del niño.
Usar frases afirmativas y tranquilizadoras, y mantener el contacto visual si el niño lo permite, puede ayudar a establecer una conexión emocional y fomentar la confianza durante la desescalada.
Implementar Técnicas de Autorregulación
Tanto para el niño como para el cuidador, las técnicas de autorregulación son herramientas útiles. Estas pueden incluir ejercicios de respiración profunda, técnicas de relajación muscular, o incluso simplemente alejarse brevemente de la situación para recuperar la compostura. Enseñar estas técnicas al niño cuando esté calmado puede ayudarlo a manejar sus propias emociones durante momentos de crisis.
Ofrecer Opciones y Control
Durante la desescalada, ofrecer al niño opciones limitadas y control sobre su entorno puede ayudar a recuperar el sentido de seguridad y autonomía. Preguntas simples como [¿Quieres un vaso de agua?] o [¿Prefieres sentarte o estar de pie?] pueden proporcionar una sensación de control, disminuyendo la ansiedad y facilitando la cooperación.
Buscar Apoyo Profesional si es Necesario
En algunos casos, las situaciones de crisis pueden requerir la intervención de profesionales. Los terapeutas ocupacionales, los terapeutas del habla y el lenguaje, y los psicólogos especializados en autismo pueden ofrecer estrategias adicionales y apoyo tanto para el niño como para la familia. No dudar en buscar ayuda profesional si se siente superado por la situación.
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