La Importancia de la Salud Emocional
El Paradigma Cultural contra las Emociones
Muchos de nosotros hemos sido criados bajo la creencia de que tener y expresar emociones nos convierte en personas débiles o patéticas.
Desde pequeños, a menudo se nos ha animado a pensar de forma racional en lugar de sentir, considerando el pensamiento como una fortaleza.
En contraste, la expresión emocional ha sido vista culturalmente como un signo de debilidad que debe ser controlado o suprimido.
Este paradigma nos ha enseñado a desconfiar de nuestro propio mundo emocional, sentando las bases para futuros problemas de salud mental.
La Naturaleza Energética de las Emociones
Es fundamental entender que las emociones son una forma de energía que necesita ser expresada para poder ser procesada correctamente.
Las emociones son una forma de comunicación que está presente en nuestra psique incluso antes de que seamos conscientes de ellas.
Un niño pequeño, por ejemplo, expresa su curiosidad o su miedo a través de su rostro antes de poder verbalizarlo.
Aprende a reaccionar ante una situación nueva, como ver una araña, observando las señales emocionales que recibe de sus padres.
La Represión Selectiva. Silenciando las Emociones "Negativas"
A medida que crecemos, tristemente se nos anima a expresar solo las emociones consideradas "positivas", como la alegría o la sorpresa.
Por otro lado, se nos enseña a reprimir las emociones "negativas", como la ira, la tristeza o el miedo.
Pocos de nosotros fuimos animados en nuestra infancia a expresar nuestra rabia de una manera sana y sin miedo a las consecuencias.
Como resultado, aprendemos a esconder y a enterrar estas emociones en nuestro interior, creyendo que así desaparecerán para siempre.
El Coste Oculto. El Bloqueo de las Emociones Positivas
El gran problema de este mecanismo de represión es que no podemos elegir qué emociones silenciar y cuáles no.
Cuando nos esforzamos por reprimir y bloquear las emociones negativas, inevitablemente también acabamos por reprimir las positivas.
En efecto, al intentar no sentir tristeza o ira, también disminuimos nuestra capacidad para sentir una alegría plena y auténtica.
Este bloqueo emocional generalizado obstaculiza nuestro crecimiento personal y resulta muy perjudicial para nuestra salud mental a largo plazo.
Las Consecuencias a Largo Plazo para Nuestra Salud
Las emociones que han sido reprimidas se convierten en una pesada carga que afecta nuestra capacidad para tomar decisiones claras.
La energía emocional que ha sido bloqueada puede llegar a disminuir nuestra capacidad cognitiva y nuestra claridad mental.
Además, diversos estudios han demostrado que la supresión constante de las emociones está directamente ligada a una peor salud física.
Este bagaje de disgustos no resueltos se va acumulando en nuestro interior, afectando negativamente todas las áreas de nuestra vida.
Resumen
Culturalmente, se nos enseña a ver la emoción como debilidad, favoreciendo la razón. Pero las emociones son una forma de energía que necesita ser expresada.
Aprendemos a reprimir emociones "negativas" como la ira o la tristeza, creyendo que así desaparecerán. El problema es que al hacerlo también bloqueamos las positivas.
Las emociones reprimidas se convierten en una pesada carga que afecta la claridad mental y la toma de decisiones. Esta supresión perjudica también nuestra salud física.
la importancia de la salud emocional