ACOSO VIRTUAL Y ETIQUETA DIGITAL

CONDUCTAS INAPROPIADAS EN VIDEOLLAMADAS Y REUNIONES VIRTUALES

La transición hacia modelos de trabajo remoto e híbrido ha expandido el concepto de lugar de trabajo hacia el entorno virtual, introduciendo nuevos riesgos y modalidades de acoso.

El comportamiento durante las videoconferencias exige el mismo nivel de profesionalismo que una reunión presencial. Sin embargo, la informalidad del hogar a menudo desdibuja estos límites.

Conductas como aparecer en cámara con vestimenta inapropiada (o sin ella), exhibir fondos de pantalla con imágenes ofensivas o realizar gestos obscenos durante una llamada constituyen formas modernas de acoso sexual y visual.

Imaginemos una reunión virtual de estrategia militar donde Napoleón Bonaparte se conecta desde su dormitorio, vistiendo ropa de dormir reveladora o mostrando deliberadamente objetos personales íntimos en el fondo de su cámara.

Aunque esté en su casa, al exponer a sus generales y subordinados a esta intimidad no solicitada en un contexto profesional, está creando un ambiente hostil.

Del mismo modo, si Napoleón insistiera en que una subordinada, como Juana de Arco, mantuviera su cámara encendida en horarios intempestivos o hiciera comentarios sobre el entorno doméstico visible en su pantalla, estaría incurriendo en ciberacoso.

USO DE MENSAJERÍA INSTANTÁNEA Y REDES SOCIALES CORPORATIVAS

Las plataformas de comunicación instantánea (como Slack, Teams o WhatsApp corporativo) son herramientas de trabajo, no canales de citas.

El envío de emojis, GIFs o "stickers" con connotaciones sexuales, románticas o de doble sentido es una violación de la política de acoso.

La inmediatez de estas herramientas no justifica la pérdida de la etiqueta profesional.

El acoso digital también incluye el bombardeo de mensajes fuera del horario laboral, especialmente si tienen un tono personal o intrusivo.

Si el escritor Oscar Wilde utilizara el chat interno de la editorial para enviar poemas con insinuaciones lascivas a un editor junior, o si comentara sobre la "belleza" de la foto de perfil de su colega, estaría cruzando la línea del acoso verbal y escrito.

Aunque Wilde pudiera argumentar que es simplemente su estilo literario o una broma ingeniosa, si el receptor se siente incómodo, es acoso.

Además, grabar sesiones de video o tomar capturas de pantalla de colegas sin su consentimiento para luego compartirlas o burlarse de su apariencia constituye una falta grave.

EL CONCEPTO DE "NETIQUETA" Y RESPETO DE LÍMITES DIGITALES

La prevención en el entorno digital requiere una estricta adhesión a la "netiqueta" o etiqueta en la red. Esto implica respetar la privacidad y los horarios de desconexión de los colegas.

Las empresas deben educar sobre qué constituye un comportamiento en línea aceptable, ya que las interacciones virtuales dejan un rastro digital permanente que puede servir como evidencia en investigaciones.

La seguridad digital también juega un rol; los empleados deben utilizar canales seguros y evitar exponer información sensible o personal que pueda ser utilizada para acosar.

Si Benjamin Franklin, conocido por su sociabilidad, insistiera en realizar videollamadas privadas a altas horas de la noche a una colega científica bajo el pretexto de "discutir experimentos", ignorando los canales formales de comunicación, estaría violando los límites digitales y profesionales.

La persistencia en canales digitales, cuando no hay una necesidad laboral justificada, es una forma de acecho virtual.

RESUMEN

El trabajo remoto exige mantener el profesionalismo en videoconferencias; conductas como usar vestimenta inapropiada, mostrar fondos ofensivos o invadir la privacidad doméstica a través de la cámara se consideran ciberacoso.

Las plataformas de mensajería corporativa no deben utilizarse para proposiciones románticas ni envío de emojis sugerentes, siendo inaceptable el contacto intrusivo o personal fuera del horario laboral establecido por la empresa.

Es fundamental respetar la etiqueta digital y los límites de desconexión, evitando grabar sesiones sin permiso o exponer información sensible que pueda ser utilizada para acosar o burlarse de colegas.