Psicopatología del Agresor I: Psicopatía y Narcisismo en el Liderazgo
El Psicópata Organizacional Integrado
No todos los acosadores son simplemente "jefes difíciles"; algunos presentan rasgos patológicos que requieren un análisis profundo.
El psicópata organizacional (o corporativo) se caracteriza por una encanto superficial, gran capacidad de manipulación verbal y, fundamentalmente, una ausencia total de empatía.
No sienten remordimiento por el daño que causan; al contrario, ven a sus compañeros como meros objetos o peones para alcanzar sus fines.
Son expertos en gestionar su imagen hacia arriba (con sus superiores son encantadores y eficientes) mientras aterrorizan a sus subordinados.
Su capacidad para mentir sin inmutarse y su frialdad emocional los convierte en depredadores muy difíciles de detectar hasta que el daño al equipo es masivo.
El Trastorno Narcisista en el Poder
El perfil narcisista se distingue por una necesidad patológica de admiración y un sentido grandioso de autoimportancia.
A diferencia del psicópata que es frío y calculador, el narcisista es emocionalmente frágil: cualquier crítica, sugerencia o falta de adulación es percibida como una ofensa mortal que desata la "ira narcisista".
Un líder con estos rasgos se rodea de aduladores y castiga ferozmente cualquier disidencia.
Si un miembro del equipo destaca, el narcisista no lo celebra, sino que lo ataca por sentir que le roba protagonismo.
Viven en una realidad distorsionada donde ellos son los héroes y las víctimas de la incompetencia ajena, proyectando sus propios fallos en sus colaboradores.
El Impacto de la Triada Oscura en el Clima Laboral
La presencia de estos perfiles en posiciones de poder genera un efecto devastador conocido como "gaslighting" o luz de gas institucional.
Hacen dudar a las víctimas de su propia percepción de la realidad, negando hechos ocurridos o tergiversando conversaciones.
Dividen a los equipos mediante el favoritismo caprichoso ("divide y vencerás"), creando un ambiente de desconfianza paranoide donde nadie se atreve a hablar.
Identificar estos rasgos es vital para Recursos Humanos, pues las medidas convencionales de mediación o feedback no funcionan con personalidades que carecen de conciencia moral o capacidad de autocrítica; requieren intervención directiva y límites firmes.
Resumen
El psicópata organizacional posee encanto superficial y gran capacidad de manipulación, careciendo totalmente de empatía y utilizando a los compañeros como objetos para sus fines.
El perfil narcisista exige admiración constante y reacciona con ira ante cualquier crítica, rodeándose de aduladores y atacando a quien destaque para no perder protagonismo.
Estos perfiles generan "gaslighting", haciendo dudar a las víctimas de su realidad, y dividen a los equipos mediante favoritismos, requiriendo intervención directiva firme y límites claros.
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