Diagnóstico Diferencial: Distinguiendo el Acoso de otros Conflictos Laborales
Acoso vs. Conflicto Laboral Ordinario
Para intervenir adecuadamente, es crucial no patologizar cualquier roce laboral.La diferencia fundamental radica en la simetría y el objetivo.
En un conflicto ordinario, las partes suelen tener un poder similar (simetría), discuten sobre temas concretos del trabajo, los roles son intercambiables (ambos atacan y defienden) y el objetivo es imponer una postura, no dañar a la persona.
En el acoso, hay una asimetría de poder (jerárquica o psicológica), la agresión es unilateral y el fin último es la destrucción moral del otro.
Si dos compañeros discuten acaloradamente sobre cómo hacer un informe, es conflicto. Si uno insulta sistemáticamente al otro para que se vaya de la empresa, es acoso.
Acoso vs. Síndrome de Burnout (Quemado)
Es común confundir el estar "quemado" con estar acosado. El Burnout es un desgaste profesional producto de la sobrecarga de tareas, la falta de recursos o la presión temporal; es un estrés relacionado con el "contenido" del trabajo.
El Acoso Laboral, en cambio, es un estrés relacionado con las "relaciones" interpersonales hostiles.
Una persona con Burnout puede estar agotada pero seguir teniendo buenas relaciones con sus jefes y compañeros.
Una víctima de acoso puede amar su trabajo técnico, pero enfermar debido al trato humano que recibe.
Mientras el Burnout se cura con descanso y reorganización de tareas, el acoso solo cesa cuando se detiene al agresor.
Acoso vs. Ejercicio de la Potestad Disciplinaria
Los agresores suelen escudarse en que solo están "exigiendo cumplimiento". Es vital diferenciar entre la exigencia legítima y el maltrato.
Un jefe tiene derecho a supervisar, corregir errores y evaluar el desempeño, siempre que lo haga con respeto, objetividad y de manera constructiva.
El límite se cruza cuando la corrección se convierte en humillación pública, cuando la supervisión se vuelve vigilancia persecutoria o cuando las metas se fijan deliberadamente inalcanzables para justificar sanciones.
El ejercicio del mando busca la mejora del negocio; el acoso busca el perjuicio del empleado mediante el abuso de autoridad desviado de los fines corporativos.
Resumen
El acoso se distingue del conflicto ordinario por la asimetría de poder y la intención de dañar, mientras que el conflicto busca imponer una postura técnica.
A diferencia del Burnout, que es estrés por sobrecarga de tareas, el acoso es estrés por relaciones hostiles; el primero se cura descansando, el segundo deteniendo al agresor.
La potestad disciplinaria es legítima para corregir errores, pero se convierte en acoso cuando la supervisión se vuelve humillación pública o se fijan metas inalcanzables para sancionar.
diagnostico diferencial distinguiendo el acoso de otros conflictos laborales