Conductas que Constituyen Acoso Laboral (Parte I): Maltrato y Persecución

El Maltrato Laboral: Violencia Física y Moral

Bajo la lupa jurídica y psicológica, el maltrato se configura como la manifestación más agresiva del acoso.

No se limita a la agresión física, que es fácilmente identificable y penalizable, sino que abarca la violencia moral destinada a lesionar la integridad del individuo.

Incluye actos como expresiones injuriosas o ultrajantes sobre la persona (no sobre su trabajo), el uso reiterado de palabras soeces para dirigirse a un subordinado, o comentarios públicos que aluden a la vida íntima y sexual de la víctima.

Es fundamental comprender que el maltrato no requiere contacto físico; un grito en una sala de juntas o un golpe en la mesa diseñado para aterrorizar son actos de violencia que vulneran la dignidad y crean un ambiente hostil inmediato.

La Persecución Laboral: Inducción a la Renuncia

La persecución es quizás la modalidad más insidiosa, pues su objetivo final no es "corregir" al empleado, sino expulsarlo.

Se caracteriza por una reiteración de conductas arbitrarias que buscan desmotivar al trabajador hasta quebrarlo.

Ejemplos claros incluyen la descalificación humillante de sus propuestas frente a sus compañeros, burlarse de su apariencia física o forma de vestir, y la modificación injustificada de horarios o turnos con el único fin de alterar su vida personal.

El acosador persigue a la víctima con una vigilancia excesiva, cronometrando sus idas al baño o fiscalizando errores minúsculos que en otros empleados se pasan por alto, creando un cerco de presión insoportable.

Discriminación Trato Diferenciado Injustificado

Aunque a veces se trata como un capítulo aparte, la discriminación es una conducta constitutiva de acoso cuando se usa para segregar.

Consiste en un trato diferenciado por razones de raza, género, edad, origen familiar, credo religioso o preferencia política.

En la práctica, esto se ve cuando se niegan sistemáticamente permisos, licencias o beneficios contractuales a un empleado específico mientras se otorgan libremente a sus pares. También incluye la exclusión de actividades de formación o integración.

La clave aquí es la falta de justificación objetiva: si a "Juan" se le niega el curso de capacitación por su religión y no por falta de presupuesto, estamos ante una conducta de acoso discriminatorio.

Resumen

El maltrato laboral incluye violencia física y moral, como expresiones injuriosas, uso de palabras soeces o comentarios públicos sobre la vida íntima que vulneran la dignidad.

La persecución laboral busca inducir la renuncia mediante conductas reiteradas y arbitrarias, como burlas sobre la apariencia, descalificación técnica pública y vigilancia excesiva de tareas.

La discriminación se configura como acoso cuando hay trato diferenciado injustificado por raza, género o credo, negando beneficios o excluyendo de actividades formativas sin razón objetiva.