Las grasas: tipos y su impacto en la salud

Las grasas: tipos y su impacto en la salud

La falta de conocimiento sobre nutrición ha llevado a muchas personas a adoptar una postura negativa hacia cualquier alimento que contenga grasas, considerándolas un componente prohibido que se debe evitar a toda costa. Es crucial entender la función de las grasas en nuestra dieta, así como desmitificar algunas creencias sobre su comportamiento y su relación con otros nutrientes y macronutrientes que ingerimos.

A continuación, exploraremos todo lo relacionado con las grasas, para que podamos comprender cómo incluirlas en nuestra alimentación de manera saludable, qué tipos de grasas deberíamos evitar y cuáles son beneficiosas para nuestra dieta.

¿Qué son las grasas?

Las grasas son un tipo de nutriente presente en muchos de los alimentos que consumimos. Se clasifican como lípidos y son fundamentales en la formación del tejido nervioso. Desempeñan un papel crucial en la producción de energía para el cuerpo, por lo que su ingesta es necesaria para mantener una buena salud.

Importancia de las grasas

Como se mencionó anteriormente, las grasas son esenciales para la generación de energía en nuestro organismo. Si bien el consumo de carbohidratos proporciona energía inmediata, una vez que estas reservas se agotan, las grasas actúan como fuente de energía almacenada, permitiendo que nuestro cuerpo funcione de manera óptima en sus actividades diarias. Otra función importante de las grasas es facilitar la absorción de vitaminas. Al consumir grasas, nuestro cuerpo puede absorber las vitaminas de los alimentos de manera más efectiva, lo que reduce la cantidad de vitaminas necesarias para satisfacer las necesidades mínimas de nuestro organismo.

Además, las grasas son necesarias para obtener ácidos grasos esenciales, como el ácido linoleico, que nuestro cuerpo no puede sintetizar y que es fundamental para el adecuado funcionamiento de varias funciones biológicas.

Tipos de grasas

Existen diferentes tipos de grasas, que se pueden clasificar según sus características principales en grasas saturadas, grasas trans, grasas monoinsaturadas y grasas poliinsaturadas.

Grasas saturadas, trans, monoinsaturadas y poliinsaturadas:

• Las grasas saturadas son algunas de las más perjudiciales para nuestra salud. Estas son responsables del aumento del colesterol, lo que puede causar múltiples problemas al sistema cardiovascular. Se encuentran comúnmente en productos de origen animal y algunos de origen vegetal.

• Las grasas trans son sin duda las más dañinas. Al igual que las grasas saturadas, incrementan los niveles de colesterol en el cuerpo, lo que puede llevar a diversas enfermedades cardiovasculares. Los alimentos procesados y los productos de repostería industrial son las principales fuentes de grasas trans. Su consumo es extremadamente nocivo, por lo que es recomendable evitarla incluso en pequeñas cantidades.

• Las grasas monoinsaturadas provienen de aceites como el de oliva y de algunos frutos secos, como las avellanas. A diferencia de las grasas saturadas y trans, estas son muy beneficiosas para nuestra salud. Actúan como un protector del sistema cardiovascular, ayudando a mitigar los efectos negativos de las grasas saturadas y trans.

• Las grasas poliinsaturadas son frecuentes en aceites vegetales, como el de girasol y soja. También las podemos encontrar en varios tipos de pescado, como el salmón. Su consumo está relacionado con la mejora de la salud arterial, ayudando a prevenir enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares. Al igual que las grasas monoinsaturadas, se recomiendan en una dieta equilibrada.