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Guía de negociación salarial: cómo conseguir la mejor oferta de empleo - entrevista laboral
Has pasado las entrevistas, les gustas y te quieren en su equipo. Llegas al momento final del proceso de selección y cometes un error fatal: aceptar la primera oferta por miedo a perder la oportunidad o por vergüenza a hablar de dinero. La negociación salarial es una parte natural, esperada y profesional del proceso de contratación. Si no negocias, estás dejando dinero sobre la mesa que no recuperarás en años. En esta guía detallada, te explicamos cómo abordar este tema tabú con profesionalidad, datos y estrategia.
En la negociación, el "timing" lo es todo. Sacar el tema en el momento equivocado puede arruinar tu estrategia.
Regla de Espera:Evita iniciar el tema tú mismo: Como regla general, no preguntes por el sueldo en la primera entrevista. Puede hacerte parecer un mercenario interesado solo en el dinero. Deja que ellos se enamoren de tu perfil primero. Idealmente, espera a que el entrevistador mencione el salario o, mejor aún, a tener una oferta firme sobre la mesa. Quien tiene la oferta tiene el poder.
La pregunta de expectativas: Es muy probable que te pregunten "¿Cuál es tu expectativa salarial?" o "¿Cuánto ganas actualmente?" antes de hacerte una oferta. ¿Qué hacer?
No puedes negociar si no sabes lo que vales. Ir a una negociación sin datos es ir a perder. Antes de la entrevista, haz tus deberes:
Fuentes de Información: Consulta portales de empleo, busca estudios salariales de consultoras de tu sector (como Hays o Michael Page) y, si puedes, pregunta a colegas o contactos de confianza en posiciones similares.
Variables a considerar: El salario no es un número fijo. Depende de: Ubicación geográfica: No se paga igual en Madrid que en una ciudad pequeña. Tamaño de la empresa: Multinacional vs Startup. Tu experiencia y aportación de valor: ¿Qué problemas resuelves? Cuanto más especializado sea tu perfil, mayor es tu poder de negociación.
El momento en que te dan la cifra es crítico. Tu reacción inmediata envía una señal poderosa.
El "Flinch" o la Pausa Reflexiva: Nunca aceptes la oferta inmediatamente, incluso si es buena. Si dices "¡Sí!" al segundo, el reclutador pensará que ofreció demasiado o que estabas desesperado. Muestra agradecimiento, pero mantén una ligera actitud de consideración. Haz una pausa. Di: "Muchas gracias por la oferta. Necesito revisarla en detalle y hacer mis números".
Pide tiempo: Es perfectamente profesional pedir 24 o 48 horas para analizar la oferta. Esto te da tiempo para calmar la euforia, revisar el contrato escrito y preparar tu contraoferta si es necesario.
Si la oferta es baja, no te ofendas. Negocia. Pero no negocies desde la "necesidad" ("necesito más dinero para el alquiler"), negocia desde el "valor" ("por mi experiencia en X y Y, aportaré resultados inmediatos").
Argumenta con Valor: Tu contraoferta debe estar justificada. "Según mi investigación, el rango de mercado para este perfil con mis certificaciones está en X. Dado que aporto además experiencia en [Habilidad extra], considero que un salario de Y sería más adecuado". Sé firme pero amable.
A veces, la empresa tiene un presupuesto cerrado y rígido para el salario base. No te rindas. Existen muchas otras variables que puedes negociar y que tienen un impacto enorme en tu calidad de vida y economía.
Variables Negociables:
La negociación termina cuando firmas, pero el proceso de entrevista no acaba hasta que sales por la puerta o envías el último email.
La Oferta por Escrito: Nunca renuncies a tu trabajo actual basándote en una promesa verbal. Pide siempre la oferta final detallada por escrito, con todos los puntos negociados (bonos, vacaciones, etc.) incluidos.
La Nota de Agradecimiento: Es el detalle que marca la diferencia. Envía un email en las siguientes 24 horas tras la entrevista o la negociación. Agradece el tiempo y reitera tu entusiasmo. Esto deja una última impresión de profesionalidad impecable.
Aceptar o Rechazar con Gracia: Si aceptas, hazlo con energía. Si rechazas, hazlo con educación y gratitud, dejando la puerta abierta para el futuro ("Puentes, no muros"). El mundo profesional es muy pequeño.