Cultiva una buena relación con tus clientes

El coaching de vida es una profesión que requiere una gran implicación emocional por parte del coach en su relación con el cliente. Es común pensar que esta relación debe limitarse a los aspectos laborales relacionados con el problema tratado durante las sesiones. Este error puede dar lugar a limitaciones afectivas que afectan significativamente la efectividad de la comunicación.

En esta guía, abordaremos algunos de los elementos más importantes sobre la importancia de mantener una buena relación con tus clientes para garantizar una comunicación efectiva.

Sé afectuoso en el trato hacia tus clientes

No es necesario convertir la relación en una amistad, pero es fundamental cuidar la relación que mantienes con tus clientes. Muéstrate afectuoso en tu trato; esto permitirá que el cliente se implique con mayor sinceridad en las comunicaciones durante las sesiones de coaching. Valores como la empatía, la solidaridad y el humanismo son esenciales en el trato hacia los demás.

Permite el debate sobre asuntos ajenos a la problemática

Algunos coaches evitan que la conversación abarque aspectos personales ajenos a la problemática, lo cual puede ser un error. Uno de los factores clave para establecer una comunicación efectiva es la confianza. Cuando logramos que nuestro cliente confíe en nosotros, es más probable que se comunique de manera abierta, compartiendo sus sentimientos y experiencias para que podamos conformar un perfil más certero.

Si tu cliente desea tratar temas que no añaden valor a la sesión, pero que le ayudan a entrar en confianza, ofrece el espacio necesario para que lo haga. Aunque la sesión pueda desviarse temporalmente, esto aumentará el nivel de confianza del cliente hacia ti y mejorará la calidad de las futuras sesiones.

Muestra preocupación e interés en tus clientes

Una forma efectiva de mejorar la relación con tus clientes es mostrar preocupación e interés en lo que les inquieta. Anota cada detalle que surja en las sesiones; aunque puede ser complejo recordar todo, utiliza una agenda o un sistema que te ayude a recordar lo que te comunica el cliente y sobre lo que espera que muestres interés en el futuro.

Si te cuenta sobre problemas personales, fechas importantes o asuntos que debe resolver, tendrás control sobre estos elementos. Al iniciar la próxima sesión, pregúntale cómo le ha ido con esos temas. Ponerte en el lugar del cliente es la mejor herramienta para saber qué funciona a la hora de mejorar las relaciones. Trata a tus clientes como te gustaría ser tratado.

No es necesario ser oportunista o fingir un interés que no sientes. Muestra honestidad y mentalízate en que tu mayor deseo es que tu cliente confíe plenamente en ti, ya que trabajarás con sus emociones y esto requiere confianza por ambas partes.