Enfoque informado en trauma

Las limitaciones de la terapia conversacional tradicional

El tratamiento psicológico para víctimas de violencia psicológica requiere una especialización clínica muy concreta.

A menudo, la terapia conversacional clásica, que se centra en narrar eventos del pasado, no es suficiente e incluso puede resultar contraproducente.

Si no se maneja con cuidado, obligar a la víctima a relatar los abusos sin haber establecido antes una base de seguridad puede provocar una re-traumatización, activando nuevamente el dolor sin ofrecer herramientas para gestionarlo. Por ello, el estándar actual exige un "Enfoque Informado en Trauma".

Esto significa que el terapeuta comprende que el cerebro de la paciente ha sido alterado neurobiológicamente por el estrés crónico y que la prioridad no es solo "entender" lo que pasó, sino regular el sistema nervioso que sigue operando en modo de supervivencia

Las tres fases de la recuperación clínica

El itinerario terapéutico eficaz suele estructurarse en tres etapas secuenciales. La primera es la Estabilización y Seguridad: antes de abrir las heridas del pasado, la paciente necesita aprender técnicas para reducir su ansiedad en el presente y garantizar su seguridad física si aún tiene contacto con el agresor.

Solo cuando la persona está estable, se pasa a la segunda fase: el Procesamiento del Trauma, donde se trabaja para digerir y archivar los recuerdos dolorosos.

Finalmente, la tercera etapa es la Reconexión, enfocada en reconstruir la identidad, la autoestima y la capacidad de establecer nuevos vínculos sanos, transitando de la mera supervivencia a una vida plena

La contraindicación absoluta de la terapia de pareja

Un error grave, y lamentablemente común, es intentar solucionar la violencia psicológica mediante terapia de pareja.

Los expertos advierten que esto es peligroso y está totalmente contraindicado cuando existe una dinámica de abuso y control (a diferencia de los conflictos de pareja normales o tóxicos pero no violentos). En estas sesiones, el agresor no busca cambiar, sino aprender.

Escucha las vulnerabilidades que expone su pareja y aprende el lenguaje técnico del terapeuta para manipular con mayor sofisticación fuera de la consulta, un fenómeno conocido como "gaslighting terapéutico".

El terapeuta puede ser engañado por la máscara social del agresor, dejando a la víctima más desprotegida y confundida al ver que incluso el profesional valida, por omisión o engaño, la n