Transcripción La motivación con las técnicas de estudio
La motivación a la hora de estudiar juega un papel fundamental en el proceso de aprendizaje. Es importante conocer nuestras características personales y aquellos factores que nos provoca esa sensación de adrenalina que podemos usar a nuestro favor. La motivación se puede encontrar en fuentes internas o en fuentes externas al contenido que estudiamos.
Cuando nos sometemos a los estudios, de una forma desmotivada, es mucho más complejo fijar los contenidos aprendidos, de igual manera, resulta más tedioso sostener el estudio por largas horas. Esto debido a que nos encontramos menos receptivos a realizar actividades que no nos gustan, y la sensación de obligación es contraproducente para nuestro proceso de aprendizaje. La motivación depende de varios factores, entre ellos nuestras metas, el origen de esta, y la persistencia. La combinación de todos estos elementos conducirá a que la misma sea mayor o menor.
A continuación analizaremos cómo se comporta la motivación en los procesos de aprendizaje, de forma tal que entendamos la importancia de potenciarla en función de nuestros intereses.
La importancia
La motivación juega un rol muy importante, es necesaria en todos los aspectos de nuestra vida, desde que nos despertamos necesitamos motivación para ponernos de pie y enfrentar el día, salir a trabajar y realizar aquellas tareas que nos resultan más tediosas. Funciona como una fuerza externa muy poderosa, en ocasiones llega de forma natural mientras que a veces debemos ir a buscarla. Es por ello que deportistas, artistas y profesionales se inspiran en diversas fuentes para conseguir estar más motivados en su trabajo. En ocasiones la diferencia entre un resultado exitoso y un fracaso no es más que la motivación que poseia el sujeto para enfrentarse a una determinada actividad.
Para un estudiante es muy importante enfocarse en las metas, ver más allá del momento en que se encuentra, con la perspectiva de que todo estado de sacrificio es temporal, transitorio y medio para un fin más grande. Pensar en esa asignatura vencida, la adquisición de una nueva habilidad y lo que esta representará en su futuro. Cuanto más grande sea la meta más sacrificio debemos estar dispuestos a aguantar, esto hace que los obstáculos parezcan más pequeños y llevaderos.
El origen
La motivación puede tener disimiles orígenes y todos son válidos. Puedes encontrarla dentro de la propia actividad que estás desempeñando. Quizás el motivo de vencer una asignatura sea la satisfacción de pasar de año, o puede que el origen de la motivación provenga de fuentes externas. También es probable que no te guste lo que estás estudiando, pero sabes que una vez termines con ello podrás contar con el tiempo suficiente para realizar otras tareas de tu agrado, siendo así que te estás motivando en una fuente externa para cumplir con las actividades que tienes pendiente.
Dicho esto, cualquier fuente es igual de importante para motivarte, lo imprescindible es que sepas aprovecharla y enfocarla en tu cometido.
Practica con hacerte preguntas tales como:
- ¿Por qué deseo terminar lo que estoy haciendo?
- ¿Qué beneficios obtendré al cumplir con esta tarea?
A veces estas simples preguntas son suficientes para encontrar la motivación necesaria para poner más fuerza de nuestra parte y conseguir aquello que deseamos. Puede añadir premios adicionales si consideras que necesitas aumentar las recompensas, quizás comprarte algo que te gusta solo cuando termines lo que tienes pendiente, o salir a distraerte con amigos una vez culmines tus responsabilidades.
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